Tal vez con la intención de espejar la fructífera construcción política que llevó adelante Claudio Vidal, líder del sindicato petrolero de Santa Cruz, que al igual que él se formó en los yacimientos del Golfo San Jorge, Jorge ‘Loma’ Ávila, secretario del gremio de Chubut, está cerca de anunciar oficialmente que será el primer candidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio en las próximas elecciones.
De concretarse, la decisión sacudirá una agenda política en Chubut que aún navega en la incertidumbre porque el gobernador Mariano Arcioni dilata desde hace tiempo el adelantamiento de los comicios; algo que podría confirmarse en los próximos días a pedido del intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, y Ricardo Sastre, de Trelew, los dos referentes del peronismo en la provincia.
Vidal edificó en apenas tres años el frente SER (Somos Energía para Renovar Santa Cruz) que en las legislativas de 2021 dejó en tercer lugar al kirchnerismo en su provincia natal y ahora le permitió al sindicalista colocarse en una posición de fortaleza para cerrar un eventual acuerdo electoral con Juntos por el Cambio tras desairar el ofrecimiento que les acercaron operadores de Máximo Kirchner para integrar un frente común, tal como publicó EconoJournal a principios de abril.
Camino propio
Si termina aceptando el ofrecimiento Ignacio ‘Nacho’ Torres, que en 2021 dio el batacazo tras ganar la primera senaduría provincial y ahora será el candidato a gobernador de Juntos, Ávila empezará a recorrer su propio camino en la política partidaria. Sabe que poner un pie en el Congreso es clave si pretende enfrentar la pérdida de centralidad del Golfo San Jorge en una agenda energética nacional cada vez más monopolizada por Vaca Muerta.
En su línea argumental, Ávila dirá que en los 10 años que lleva al frente del gremio de petroleros privados fue garante de la paz social, pero al mismo tiempo no dudó en cuestionar en más de una vez la política hidrocarburífera del gobierno central e incluso fue crítico de la gestión de YPF, la petrolera controlada por el Estado, por el desplome de la inversión en la cuenca.
“Loma va a terminar jugando por el espacio político que mejor defienda la actividad y los niveles de inversión en la cuenca del Golfo”, señaló un colaborador que lo conoce bien. A esta altura, sin embargo, lo más probable es que termine dentro del armado de Juntos por el cambio, al igual que a Vidal. Un destino sólo imaginable si se analiza, como condición de posibilidad, la pésima construcción política que llevó adelante el cristinismo —y La Cámpora en particular— en la Patagonia austral durante los últimos años.