NEUQUÉN.- La campaña para las elecciones del 16 de abril que definirán el próximo gobierno de Neuquén, la provincia que concentra buena parte de la expectativa del país por el desarrollo de Vaca Muerta, entró en la recta final.
El Movimiento Popular Neuquino (MPN), que impulsa la candidatura de Marcos Koopmann como continuador de Omar Gutiérrez, confía en un triunfo pero no descuida el operativo de desgaste de su principal adversario, Rolando Figueroa. Tras frustrar algunos de sus intentos de unidad con fuerzas opositoras, en las últimas semanas desplegó artillería legal para trabar el trámite de constitución de su nuevo partido, Comunidad.
Si bien la agrupación ya logró reconocimiento en el juzgado federal y la inscripción en el fuero provincial para participar de los comicios, llevó hasta la Cámara Nacional Electoral la discusión por su logo.
Un detalle que no debería incidir en el eventual desempeño del actual diputado nacional, pero que busca entorpecer la construcción del principal rival para Koopmann.
Figueroa decidió el año pasado no disputar la candidatura a gobernador en la interna del MPN y presentarse directamente en la elección general. Esa ruptura lo obligó a tramitar un nuevo espacio político y a buscar acuerdos con sectores opositores tan disímiles como el PRO, el Frente Grande y el Movimiento Evita.
Su armado quedó integrado por dos listas de diputados espejo de los partidos Comunidad y Desarrollo Ciudadano más siete colectoras. En total, tendrá nueve partidos apoyando su postulación a gobernador mientras que Koopmann, con similar estrategia, reunirá a diez.
El candidato del oficialismo se mantiene alejado de peleas y proyecta optimismo de cara al último mes de campaña. “Vamos a superar el 30% de votos”, aseguran desde su entorno para descartar un escenario de margen más ajustado.
Pese a ese pronóstico, el partido no deja relajarse a Figueroa, quien continúa librando batallas en el juzgado federal para hacerse de su nuevo partido político.
El mapa tiene dueño
Comunidad comenzó a tramitarse en el 2019 como una iniciativa de Julieta Corroza, la principal armadora en territorio que tiene el diputado nacional. Cuando Rolando Figueroa finalmente decidió desistir de la interna del MPN, ese expediente que había quedado sin movimiento se volvió a activar, ahora como herramienta electoral del 2023.
En febrero, la jueza federal con competencia electoral, Carolina Pandolfi, hizo lugar a la impugnación presentada por la apoderada del MPN, María Laura Du Plessis, contra la utilización del mapa de Neuquén como parte de su simbología partidaria.
El oficialismo planteó que Figueroa intentaba “captar votos de manera engañosa” ya que es una insignia que identifica al partido desde siempre, tan así que se lo conoce como “el del mapita”.
La magistrada le dio la razón y le autorizó a Figueroa solamente un modelo de logo que contiene una flecha simulando la silueta de la provincia con la palabra “Neuquinizate”.
En una suerte de división de tareas, el MPN le dejó a sus aliados del UNE la apelación para bajar también ese slogan. El apoderado de ese espacio, Juan Kairuz, criticó que “hace solo dos años, el MPN utilizó como principal lema de campaña la palabra ‘neuquinizate’, por lo cual que ahora un partido surgido del mismo MPN pretenda utilizarla como símbolo llevará inevitablemente a la confusión del electorado”.
El trámite fue girado a la Cámara Nacional Electoral y el viernes ingresó al despacho de la fiscalía.
Como los recursos tienen efecto devolutivo, mientras no haya un fallo de fondo, Figueroa podría usar el logo de la flecha y el “neuquinizate” para las elecciones del 16 de abril.
Desarma y sangra
Rolando Figueroa le atribuye también a la mano de Jorge Sapag la construcción de opositores para evitar su estrategia de polarización con el MPN. Una de sus candidatas a concejal de extracción peronista, Ana Servidio, denunció esta semana en el Concejo Deliberante de Neuquén la venta de tierras “estratégicas” en la capital a la pareja de Pablo Cervi, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio. “Usan la tierra como pago por las devoluciones de favores políticos serviles a las estrategias azules”, afirmó.
Al oficialismo también le adjudica haber pugnado para que el PJ, de la mano de Oscar Parrilli y Darío Martínez, bloqueara una alianza tras su candidatura. Figueroa solo tuvo una charla (infructuosa) con el senador kirchnerista, pero otras varias con el ex secretario de Energía. La negociación terminó en ghosteo: le volvieron a levantar la mano a Ramón Rioseco, quien competirá por tercera vez por el puesto de gobernador.
De esta forma, pese a los esfuerzos de unidad de Figueroa, el menú de candidatos para la elección terminó siendo de seis, con al menos cuatro que superarían los dos dígitos en porcentaje de votos. Algunas encuestas incluso le dan al candidato “libertario”, Carlos Eguía, un quinto lugar también con un piso de diez puntos.