YPF anunció que en marzo de 2023 comenzará la construcción de un oleoducto que unirá Vaca Muerta con Sierra Grande, en las costas de Río Negro. La obra se sumará, en forma complementaria, a las que ya están por comenzar para duplicar la capacidad de transporte de Oleoductos del Valle (Oldelval) y construir el Gasoducto Néstor Kirchner. Los tres emprendimientos se dan en un escenario de fuerte crecimiento de la producción de Vaca Muerta, pero existen dudas respecto a la posibilidad real del avance de todas estas iniciativas en simultáneo.
El problema surge porque según fuentes del sector de la construcción no hay en el mercado doméstico equipamiento suficiente para llevarlas adelante al mismo tiempo. A su vez, no está claro cómo se financiarán los 1200 millones de dólares que demandará el nuevo oleoducto que anunció la petrolera nacional.
Allegados a la petrolera controlada por el Estado aseguraron que está casi definido que la obra se solventará bajo un modelo de project finance, tal como se conoce en la jerga a una financiación estructurada en base al flujo de caja de largo plazo generado por un proyecto en particular. Sin embargo, aclararon que «todavía no es un emprendimiento tan armado, está en una etapa más preliminar, claramente la intención está, pero es probable que no termine siendo un proyecto 100% de YPF».
La empresa buscará sumar a otros productores de Vaca Muerta. «Tiene sentido pensar en una estructura de project finance, pero primero debemos ver quiénes se suman al equity del proyecto. Todavía no contamos con una estructura de capital tan diseñada. Al ser una obra plurianual tampoco requiere de un abordaje especial en nuestro balance porque podemos ir manejándola a medida que se va avanzando», explicó una fuente al tanto de la iniciativa.
El anuncio de YPF
YPF anunció que construirá un oleoducto entre Vaca Muerta y Punta Colorada, en Sierra Grande, con una inversión de más de 1200 millones de dólares. Desde la petrolera la presentaron como “una obra estratégica en un mundo que hoy demanda energía y alimentos, dos productos fundamentales que Rio Negro produce. Sin duda que este proyecto será un punto de inflexión para el desarrollo provincial y se convierte en una de las obras fundacionales del nuevo orden económico”.
Se informó, además, que se gestiona la compra y fabricación de materiales y que para marzo se prevé el inicio de las obras en el primer tramo entre Vaca Muerta y Allen. Casi en simultáneo se iniciarían los trabajos de movimiento de suelo en la zona de Punta Colorada. La finalización de las obras y su puesta en marcha se anuncia para 2025. “Punta Colorada se convertirá en el mayor puerto exportador de crudo del país”, afirmaron desde la mayor petrolera del país.
Se estima que se requerirán para su mantenimiento y operación 100 personas de manera directa y que el tendido del ducto demandará una inversión de unos 660 millones de dólares, mientras que la estación onshore con 20 tanques y la offshore con las dos monoboyas demandará un desembolso de otros US$ 600 millones en dos años.
El presidente de YPF, Pablo González, señaló en su exposición ante legisladores de Río Negro que “este proyecto es para hacerlo ahora, no es a largo plazo, y demandará una inversión de más de 1200 millones de dólares». «Lo vamos a hacer rápido para cumplir el objetivo estratégico de poder exportar para sustituir importaciones y compensar la fuga de divisas”, destacó.
La iniciativa de YPF recibió el apoyo de la Legislatura rionegrina. La obtención del aval regulatorio era, en los hechos, el objetivo concreto que se había fijado la petrolera. Los legisladores aprobaron este jueves un esquema normativo que está en línea con lo que había solicitado la empresa para empezar a trabajar seriamente en la concreción del emprendimiento.
Números
- Se estima que a partir de 2025 se podrá despachar un buque cada cinco días con capacidad para 390 mil metros cúbicos.
- Se dispondrán unos 20 tanques de reserva en unas 250 hectáreas costeras.
- El oleoducto transportará unos 60 mil metros cúbicos por día
- Se extenderá a lo largo de unos 700 kilómetros, desde Neuquén, gran parte en Río Negro.
- Demandará la contratación de no menos de mil personas de manera directa y otras tres mil de modo indirecto.
Los interrogantes
El oleoducto que uniría Vaca Muerta con Sierra Grande aún es un interrogante porque no está claro de dónde saldría el dinero para financiar la obra. “Aunque por el cepo haya muchos pesos circulando, se trata de mucho dinero para conseguir en el mercado local y a nivel internacional tampoco es probable que YPF pueda conseguir ese dinero teniendo en cuenta la actualidad macroeconómica del país”, señaló a EconoJournal un fuente empresaria.
Otro de los puntos a sortear es la capacidad de contratación disponible en el mercado de la construcción: las empresas de mayor tamaño como Techint Ingeniería & Construcción y SACDE, se encuentran en plena actividad con las grandes obras en ejecución o por ejecutarse. “La capacidad de contratación para hacer obras de gran porte, estructuras de caños en oleoductos o gasoductos, está a tope”, remarcaron a este medio desde el sector de la construcción. Prueba de eso es que Oldelval tuvo que realizar insistentes gestiones con Techint a fin de encontrar una ventana de oportunidad para que la constructora del holding que dirige Paolo Rocca instale ahora un loop de 18 Km en su red de transporte de crudo. Lo concreto es que las constructoras de mayor renombre tienen prácticamente todo su equipamiento y personal contratado en proyectos en el país y en la región.
Cuellos de botella
Esa realidad funciona como un cuello de botella porque existe un límite en la capacidad de contratación de las constructoras locales. Tampoco parece factible convocar a constructoras regionales de Brasil o Chile como sucedió en otros tiempos, porque en este contexto de cepo cambiario es muy poco probable que compañías internacional quieran operar en la Argentina. A eso se le suma, a su vez, la imposibilidad de importar equipos, o trabas aduaneras, entre otros.
La tercera restricción es la fabricación de caños. El gran proveedor en ese segmento es Tenaris, que esta semana firmó con Oldelval una nueva orden de compra para vender 300 kilómetros de tubos para que la empresa de midstream pueda encarar su plan «Duplicar», tal como se denominó hacia el interior de la empresa el programa para duplicar su red de transporte de crudo desde Neuquén a Bahía Blanca.
Los caños se fabricarán en la planta de Tenaris en Valentín Alsina (la misma que elaborará los tubos con costura del gasoducto Néstor Kirchner, pero en otra línea de producción) y se entregarán hacia fin de año y principios de 2023. Fuentes consultadas por este medio aseguraron que Oldelval recién se podrá avanzar significativamente en la construcción de un nuevo sistema de transporte hacia mediados de 2023, una vez que las grandes constructoras —Techint, Sacde, BTU y Contreras, entre otras— finalicen la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
Por todo eso, las fuentes consultadas coinciden es que si bien hay un consenso absoluto sobre la necesidad de ampliar el transporte de hidrocarburos para que Vaca Muerta no tenga techo, la falta de capacidad de contratación entre las constructoras locales y el escaso financiamiento complejizan el escenario de corto plazo.
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Una buena estructura de project financing mas la posibilidad de dejar divisas de ventas afuera y afectadas a algun trust account donde el financiador tenga asegurada su cobro con esas divisas, hacen viable cualquier financiamiento de proyectos rentables en cualquier lugar del globo. Solo hace falta permitir el no ingreso de las divisas por ventas, por el importe de los flujos de repago del financiamiento.