A raíz de los cambios en las dinámicas organizaciones que generó la pandemia y en un contexto de evidentes restricciones para acceder a financiamiento a tasas competitivas, YPF tomó la decisión de poner en venta su emblemática Torre que posee en Puerto Madero y que desde el año 2008 constituye la principal sede de la compañía bajo control estatal.
La venta del edificio diseñado por César Pelli se concretará sólo si la compañía obtiene oferta que se aproxima al valor que pretende la empresa, que ronda los U$S 400 millones.
La decisión se explica en función de distintas aristas:
- En primer lugar, obedece a los cambios en las modalidades de trabajo que impuso la pandemia, que obligó a YPF a operar durante meses de manera remota una organización de más de 18.000 empleados. Incluso en un escenario de post-pandemia, que aún parece lejano, es improbable se retorne la misma dinámica presencial anterior a la crisis. La nueva normalidad hace que resulte superfluo conservar un inmuble de la magnitud del de YPF en Puerto Madero.
“Actualmente la torre está vacía; son 30 pisos con capacidad para 3000 personas, que no los ocupa nadie y con enormes gastos fijos. La pandemia nos demostró que gran parte de los 18.000 empleados que tiene YPF pueden hacer su trabajo de manera remota. Por lo tanto, cuando arranque la nueva normalidad gran parte de los 3000 empleados que estaban en la torre van a seguir seguir desempeñando sus tareas desde su casa”, señalaron allegados a la compañía a EconoJournal.
Austeridad e ingreso adicional
La medida busca profundizar, a su vez, la política de austeridad que Sergio Affronti, el CEO de la compañía, le impuso desde el inicio a su gestión.
La venta del icónico edificio de 8.500 metros cuadrados, diseñado por el arquitecto César Pelli, podría generarle a la compañía una fuente de ingresos adicionales, en tiempos en los que atraviesa una delicada situación financiera.
De hecho, en noviembre pasado la compañía vendió por U$S 30 millones el edificio Torre Blanca, ubicado en Tucumán 744, tal como adelantó este medio.
Incluso, desde la conducción de la petrolera no descartan desprenderse del histórico edificio ubicado en Diagonal Norte y Esmeralda, aunque esa operación resulta más compleja ya que se encuentra subalquilado a distintas empresas.
Lo cierto es que la política de austeridad que viene llevando adelante la empresa alcanza a todas las regionales que tiene YPF en el país: en Neuquén dejará de alquilar cinco pisos que no corresponden al centro principal que tiene la compañía en la calle Talero, la histórica base de operaciones de YPF en esa provincia.
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Qué gran idea y qué muestra de los nuevos tiempos!!! Increíble!! Como propuesta, si no la pueden vender, yo se la donaría al Instituto Patria y a La Cámpora para que sus equipos trabajen ahí. Pueden renombrarla «Edificio Nestor, Cristina y Maxi» y organizar velorios, actos, toma de tierras, centro de bolsos, etc. Obviamente que los gastos deben correr por cuenta de la Anses, y los nuevos dueños deben ser compensados por no haber estado ahí los últimos 12 años.
En el Directorio de YPF no hay ninguna persona idonea para el cargo,ademas ninguno de ellos tiene idea lo que es la Industria Petrolera tanto nacional como internacional.Zapatero a su zapato.