Houston (enviado especial). Por la recuperación de la oferta local de gas -en el primer trimestre creció un 3,4% con relación al mismo período del año pasado- a partir de la incorporación de producción no convencional proveniente de Vaca Muerta, el Gobierno está renegociando los términos contractuales del gas que se importa desde Bolivia.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, entabló una negociación con Óscar Barriga, presidente de YPFB, la petrolera del país del Altiplano, para flexibilizar el contrato firmado durante la administración de Néstor Kirchner a mediados de la década pasada. Así lo confirmó el funcionario en diálogo con EconoJournal tras su presentación en el seminario «Vaca Muerta: Getting ready for the full development», organizado en esta ciudad por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
La propuesta argentina consiste en comprar más gas durante el invierno incluyendo una mejora de precio del gas boliviano. Siempre y cuando, el gobierno de Evo Morales acepte enviar menos gas durante el verano. Para eso, hay que modificar la cláusula de «take or pay» (tomar o pagar), que obliga a la Argentina a comprar un mínimo de 21 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) de gas durante el invierno y 17 MMm3/día durante el verano.
«El contrato se extiende hasta 2026. Pero necesitamos y ya estamos negociando una mayor flexibilidad. Estamos dispuestos a pagar más por el gas que llega del invierno para tomar menos gas en verano y más en invierno», señaló Aranguren.
El precio del gas importado desde Bolivia se calcula trimestralmente en función de la evolución de los precios de una canasta de derivados del petróleo (distintos tipos de gasoil y fuel oil). El importe actual ronda los US$ 5,80 por millón de BTU.
Como resultado del desarrollo de su propia producción de gas, Brasil, el principal comprador del gas boliviano, ha estado en los últimos meses tomando menos volúmenes del hidrocarburo del que establece el contrato (lo autoriza a importar 30,1 MMm3/día del fluido). En la misma línea, si consolida la oferta de gas desde campos no convencionales de la cuenca Neuquina y de tight gas de la cuenca Austral, la Argentina necesitará menos gas boliviano, en especial durante los meses de verano.