
El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció este miércoles el fin de la subvención a los combustibles, con incrementos inmediatos y sustanciales en los surtidores. El precio de la nafta prácticamente se duplicó, mientras que el precio del gasoil casi se triplicó. De esta forma, Bolivia comienza a poner fin a una política de larga data de congelamiento de precios en los surtidores que implicaba la erogación de entre US$1500 y US$2000 millones por año en subsidios.
El precio de la gasolina especial saltó de 3,74 a 6,96 bolivianos, un incremento de 86,1%, mientras que la premium pasó de 7,22 a 11, un 52,3%. El impacto más fuerte se lo llevó el precio del gasoil, que pasó de 3,72 a 9,80 bolivianos, un 163,4 por ciento.
«La quita de subsidios no significa abandono, sino orden y justicia«, dijo el primer mandatario de Bolivia por cadena nacional. «Es una decisión difícil pero necesaria para garantizar el abastecimiento de combustible y dejar de desangrar nuestras reservas», añadió en su cuenta de X.
El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, señaló que los nuevos precios de los combustibles estarán vinculados a la cotización internacional del petróleo.
Fin de los subsidios a los combustibles en Bolivia
La eliminación de los subsidios a los combustibles representa por lejos la medida de mayor impacto político y social. Los precios de los combustibles se mantuvieron prácticamente congelados por más de dos décadas, con un consecuente costo fiscal que en los últimos años se ubicó entre US$1500 y US$2000 millones por año. El último intento de corrección de los precios ocurrió en 2010, pero el entonces presidente Evo Morales decidió retrotraer la medida debido al rechazo social.
La medida busca principalmente normalizar la importación y abastecimiento. «El precios de los combustibles se manejará en función de la cotización del barril de petróleo, porque la idea es importar crudo para activar la producción de las refinerías”, explicó Medinaceli.
Otra decisión trascendente es el fin del monopolio de la petrolera estatal YPFB en la comercialización. El gobierno habilitó el ingreso de nuevas empresas que quieran distribuir combustibles en el país. Medinaceli descartó que el gobierno quiera privatizar la petrolera estatal.
Paz declaró la emergencia económica y energética
El presidente de Bolivia decretó la Emergencia Económica, Financiera, Energética y Social en todo el país, adoptando un paquete de medidas excepcionales para estabilizar la macroeconomía, recuperar la liquidez interna, fortalecer las reservas internacionales y garantizar el abastecimiento de combustibles y energía.
El gobierno definió algunas medidas para amortiguar el impacto de los aumentos de los combustibles. La más estructural es un incremento del salario mínimo del 20%. Por otro lado, se refortó la política de transferencias directas en los planes Renta Dignidad y el bono Juancito Pinto. No obstante, se tratan de medidas que alcanzan a los trabajadores de la economía formal, que representan el 20% de la población económicamente activa.

























