Por decisión del ministro de Economía, Luis Caputo, el gobierno modificó los parámetros temporales con los que venía trabajando la Secretaría de Energía para recomponer las tarifas residenciales de gas y electricidad. Hasta fines de la semana pasada, la cartera que dirige Eduardo Rodríguez Chirillo estaba terminando de ajustar los detalles de los nuevos cuadros tarifarios de gas natural con vistas a tenerlos listos y publicarlos el 1º de febrero o a más tardar durante los primeros 10 días del mes entrante. Sin embargo, el titular del Palacio de Hacienda ordenó alterar el cronograma de incrementos para avanzar primero con la suba de las facturas de electricidad.
A raíz de eso, la actualización de las tarifas residenciales de gas quedó relegada y podría demorarse hasta los primeros días de marzo. El interventor del Ente Regulador del Gas (Enargas), Carlos Casares, ya le comunicó el jueves pasado la decisión del Ejecutivo a los máximos directivos de las empresas distribuidoras —Metrogas, Camuzzi, Naturgy y EcoGas, entre otras— nucleadas en Adigas, según pudo reconstruir EconoJournal a partir del relevamiento de fuentes privadas.
Directivos de empresas distribuidoras y transportistas se comunicaron con Caputo para intentar conocer de primera mano cuál es el plan en el que trabaja el Ministerio de Economía. La respuesta que recibieron fue escueta: «Hay que esperar». Allegados al titular del Palacio de Hacienda indicaron que el objetivo es ecualizar los aumentos de tarifas con el programa antiinflacionario que está diseñando Economía y, al mismo tiempo, ser más eficaces en la reducción del déficit fiscal energético, que en 2023 representó casi 1,8 puntos del PBI.
Prioridad
Desde esa clave, tiene más sentido avanzar primero con una quita de subsidios a las facturas residenciales de electricidad a partir de febrero —dado que por cuestiones estacionales, uno de los picos de consumo se registra en los meses de verano— y dilatar o al menos morigerar la actualización de las tarifas de gas natural, que recién impactarán en los bolsillos de los usuarios dentro en unos meses, cuando llegue el frío.
“Caputo cambió los criterios de acción con los que venía trabajando el gobierno. Está preocupado por el impacto en el IPC de un aumento simultáneo de las tarifas de gas y electricidad. Y también por el déficit fiscal que genera el sector de energía. Esta semana seguirán las reuniones con Energía para terminar de calibrar con qué velocidad se retirarán los subsidios”, explicó un alto ejecutivo del sector que está inquieto por la dilación de la suba de las tarifas de gas.
Uno de los planteos formulados por las empresas de gas natural al Ejecutivo es que, si la intención oficial es ecualizar mejor la suba de tarifas para controlar su réplica inflacionaria, la actualización de las tarifas podría desagregarse en dos habilitando en febrero una recomposición del Valor Agregado de Distribución (VAD) y del margen de transporte a fin de mejorar la deteriorada caja de las empresas reguladas y postergar para marzo la suba del precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema (Pist). De las fuentes consultadas por EconoJournal se desprende que aún no hay certezas acerca de la decisión que tomará el gobierno.
Primero electricidad
Lo que está claro es que el gobierno optó por avanzar primero por la suba de las tarifas de electricidad de cara a reducir los aportes del Estado sobre ese segmento, que explica casi un 70% del total de las subsidios energéticos que costea el Tesoro. A raíz de eso, Economía y Energía están terminando de definir la letra chica de la resolución que actualizará el nuevo precio estacional de la electricidad que deberán pagar los hogares a partir del mes que viene.
No es una tarea sencilla: el atraso tarifario en el que incurrió el gobierno de Alberto Fernández provocó que la mayor parte de los hogares del país —casi un 60% del total nacional— pague en sus facturas apenas un 5% del precio monómico de la electricidad, que refleja el costo real de la energía. Para ponerlo en números: un usuario categorizado, dentro del esquema de segmentación actual, en el Nivel 3 (ingresos medios) tiene cargado en su factura un precio estacional de la electricidad de $ 3200 por megawatt por hora (MWh) consumido. Un hogar rotulado como Nivel 2 (bajo poder adquisitivo) abona un precio de 2980 $/MWh.
Como el combustible que se utiliza para generar electricidad en centrales térmicas (gas natural, gasoil y fuel oil) se paga en dólares, el costo real de la energía trepó en diciembre por encima de los $ 55.000 por MWh, es decir, unas 17 veces más que lo que pagan los hogares de los niveles 2 y 3, que representan un 58% del universo total de usuarios residenciales. La distancia es menor con respecto a los usuarios Nivel 1 (alto poder adquisitivo) quienes venían desembolsando un precio estacional de $21.000 por MWh.
En la última semana, funcionarios de Energía redactaron distintas propuestas de la resolución oficial que determinará a cuánto ascenderán los nuevos precios de la electricidad que se cargarán en los cuadros tarifarios de las distribuidoras. Los números finales los terminará de definir el equipo de Caputo entre hoy y mañana miércoles. “En el trimestre los aumentos van a ser muy importantes en todos los segmentos. Es lo correcto para iniciar la normalizacion del sistema y lo necesario fiscalmente. Veremos lo que sale”, indicó una de las fuentes consultadas.
Resta saber cuánto evolucionará el VAD de Edenor y de Edesur, las dos mayores distribuidoras del país, que en conjunto abastecen casi un 40% de la energía que se consume en todo el país. Las empresas pidieron en la audiencia pública del viernes pasado una recomposición de sus ingresos de un 250%, que tendría una impacto en la factura final de los hogares del 90 por ciento. La intención del gobierno es publicar antes del 15 de febrero los nuevos cuadros tarifarios de ambas empresas, que es condición necesaria para que las distribuidoras se pongan al día con el pago a Cammesa de la factura de la energía que toman del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
Nueva audiencia
La Secretaría de Energía publicará esta semana una convocatoria oficial para realizar una nueva audiencia pública en la que se presentará formalmente cómo funcionará el nuevo esquema de subsidios que implementará el gobierno de Javier Milei, que se apoyará sobre la creación de una canasta básica energética que buscará cubrir parte del costo del gas y la electricidad para hogares de bajo poder económico.
Uno de los parámetros que se tendrá en cuenta para crear esa canasta será que, en conjunto, el gasto mensual en energía (gas más electricidad) no supere el 10% del ingreso total que sume el grupo conviviente que habita un mismo hogar. La audiencia a la que convocará Rodríguez Chirillo en los próximos días servirá para precisar cómo funcionará el nuevo sistema de subvenciones y qué alcance tendrá. La Secretaría de Energía optó por no realizar comentarios frente a la consulta de este medio.
2 Responses
No es el IPC (o por lo menos no tanto). Postergado el paquete fiscal importa mucho más el déficit 0 y la electricidad se come el 70% de los subsidios energéticos.
¿Pero no era que un aumento mensual de las tarifas no iba a afectar el índice de inflación? Lo dijeron los representantes de las empresas. Dicen cualquier cosa y lo saben…