Nucleoeléctrica registró una merma en sus ingresos y en generación de electricidad en 2022, en buena medida debido a la salida de servicio imprevista de la central nuclear Atucha II. La empresa ya finalizó una de las dos etapas de reparación de la central, que volvería a operación en agosto. En el transcurso de esta semana se realizarán los ensayos con la herramienta de soldadura, que ya se encuentra verticalizada e instalada dentro del modelo a escala real (mock up) para ensayos, según confiaron fuentes de la empresa a EconoJournal.
Los ingresos en términos reales en 2022 cayeron un 17,16% con respecto al 2021. Esta caída responde a una merma significativa en la producción bruta de electricidad, que cayó un 26,34%. Los datos surgen del último Reporte Integrado de Sostenibilidad de Nucleoeléctrica, que ha sido auditado externamente por la empresa Pistrelli, Herny Martin y Asociados SRL (EY). Nucleoeléctrica es de las pocas compañías estatales que adhieren al Pacto Global de las Naciones Unidas y en publicar este reporte.
En materia de transparencia, la compañía estatal operadora de la centrales nucleares recibió una puntuación de 87.5 en el índice de transparencia de empresas estatales que elabora el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y Crecimiento (CIPPEC). Es una mejora importante con respecto al puntaje de 57.9 obtenido en el ciclo 2021 y muy por encima del promedio entre las empresas estatales.
Generación
Las tres centrales cubrieron el 5,44% de la demanda de electricidad nacional en 2022. La energía bruta generada fue de 8.134.130 MWh (7.469 GWh netos entregados a la red), implicando una caída de 26,34% con respecto a los 11.042.083 MWh generados en 2021.
La central Embalse en Córdoba lideró la generación con 4.510.822 MWh. En tanto Atucha I aportó 2.188.118 y Atucha II otros 1.435.190 MWh.
El factor de carga bruta total fue de 52,67%. Desagregado por centrales, el factor de carga de Atucha I fue de 69,00%, el de Atucha II de 21,99% y el de Embalse de 78,50%.
Los desempeños de las dos Atuchas bajaron con respecto al 2021. Atucha II registró un factor de carga muy bajo debido al imprevisto que mantiene parada a la central desde octubre.
Por otro lado, Atucha I tuvo un retraso en su vuelta a operación por el fallecimiento de un operario mientras realizaba trabajos durante la parada de mantenimiento de la central.
Ingresos e inversiones
La baja producción nucleoeléctrica tuvo como resultando menores ingresos para la compañía. Las ventas de energía totalizaron $ 87.996 millones (a moneda homogénea de diciembre de 2022). Es un 17,16% menos que en 2021. Los ingresos totales fueron
Por esta razón, el EBITDA disminuyó un 91%, siendo positivo y manteniéndose sin variaciones (en moneda homogénea) los costos y gastos.
Para financiar sus proyectos de inversión la compañía recibió transferencias de capital no reintegrables del Estado por un valor de $ 2.250 millones (a valores nominales). Pero esta cifra resultó insuficiente para financiar en su totalidad a la actividad de proyectos de inversión, por lo cual la Empresa sostuvo con recursos propios parte de las erogaciones, invirtiendo unos $ 4.334 millones (a valores nominales).
Entre estas inversiones se contabiliza la terminación del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados de Atucha I (ASECG I). Dadas las circunstancias financieras, Nucleoeléctrica esta saliendo a financiarse al mercado de capitales para avanzar con otros dos proyectos: la extensión de vida de Atucha I y la construcción de un ASECG para Atucha II. En ese sentido, en enero de 2023 colocó el
primer tramo del Fideicomiso Financiero Solidario NASA Serie IV destinado a dichos proyectos, obteniendo financiamiento por US$ 30 millones.
Por otro lado, se prestaron servicios técnicos en Canadá, Austria, China y Brasil por 84 millones de pesos a valor nominal.
Emisiones evitadas
Uno de los principales activos de las centrales nucleares es que una energía baja en carbono. Al cierre del reporte, las tres centrales del país llevaban generados unos 302.424.276 MWh brutos históricos. En emisiones evitadas (toneladas de dióxido de carbono) equivale a 3.471.083 t de CO2 si se hubiese utilizado gas natural, o 9.862.897 t de CO2 con carbón.
Las centrales nucleares consumieron 137 toneladas de uranio para generar electricidad en 2022. Para generar la misma energía se tendrían que haber utilizado 20,6 millones de barriles de petróleo o 141.414.402 MMBtu de gas natural.