El gobierno desplegó el viernes un operativo de prensa para instalar en la opinión pública que el incremento en el precio de los combustibles iba a ser de 4,5% en promedio. Lo hizo luego de que varios medios revelaran que las petroleras tenían decidido desconocer el acuerdo verbal alcanzado en abril y aumentar por encima de ese tope. La operación oficial, que también involucró al ala política de YPF, tuvo éxito inicialmente porque los medios de comunicación informaron ese viernes que el aumento sería del 4,5%. Sin embargo, la simulación quedó al descubierto cuando las empresas actualizaron los valores en el surtidor y el incremento de precios terminó siendo de 6%.
En la estación YPF del centro de San Vicente el litro de nafta súper trepó de 213 a 227 pesos (+6,6%), mientras que en la YPF que está frente a la estación de Cañuelas el litro de la súper pasó de 213 a 227,7 pesos (+6,9%). Más allá de los ejemplos, EconoJournal conversó con fuentes de varias petroleras, incluida YPF, quienes confirmaron que el aumento promedio se ubicó en torno del 6 por ciento.
La simulación
La operación de prensa la iniciaron el viernes por la tarde referentes de La Cámpora que controlan la comunicación de YPF, quienes filtraron a algunos periodistas un breve texto en off the record que decía lo siguiente: “A partir de las 00:00 hs. del día sábado 17 de junio aumentarán los precios de los combustibles 13 pesos por litro promedio país. Este ajuste contribuye a compensar la variación del tipo de cambio oficial, las diferencias en los costos logísticos y de operación, el achicamiento de la brecha entre grados de combustible y el aumento de precios de biocombustibles”.
La presentación del aumento en pesos, y no en porcentaje, llamó la atención de quienes recibieron el texto porque los precios de los combustibles varían a lo largo del país. Por lo tanto, si se aumenta una suma fija en pesos la suba porcentual termina siendo menor donde la nafta y el gasoil se venden a un precio mayor. Por otro lado, si bien ese ajuste contribuía a compensar la variación del tipo de cambio oficial y la suba de otros costos, lo hacía solo parcialmente porque la inflación de mayo fue de 7,8% y el dólar mayorista subió 7,5% durante ese mismo mes.
Ese mismo viernes por la tarde, las mismas fuentes de La Cámpora enviaron otro mensaje en off the record a los mismos periodistas que contribuyó todavía más a la confusión general: “A partir de las 00:00 hs del día sábado 17 de junio aumentarán los precios de los combustibles 11 pesos por litro promedio país que representa un 4,5% promedio país”. Ese mensaje luego fue subido a la cuenta oficial de Twitter de la compañía.
Allí apareció por primera vez de modo oficial la referencia a un aumento del 4,5%, levemente superior al tope acordado de 4% mensual, pero al mismo tiempo se informaba que el incremento sería de 11 pesos por litro promedio. El dato era confuso porque en muchas ciudades si se aplicaba ese porcentaje la suba iba a ser superior a los 11 pesos y si se aplicaban los 11 pesos la suba iba a ser inferior al 4,5%.
El mensaje estaba lejos de ser coherente y en algún punto hizo recordar a los viejos operativos organizados entre 2007 y 2014 por el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno en el Mercado Central para que las autoridades de la entidad informaran aumentos menores a los reales, los cuales luego eran los que tomaba en cuenta el Indec. La mayor diferencia con aquel entonces es que ahora la maniobra involucra también a una empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York.
Massa entra en juego
Pasadas las 20 horas del viernes fue el propio ministro de Economía, Sergio Massa, quien se involucró de lleno al filtrar a la prensa un breve mensaje que decía: “Massa cruzó a las petroleras y dijo que no pueden aumentar más de 4,5%. El Ministerio de Economía rechazó el aumento del 7,5% a las petroleras y les fijó un techo del 4,5%”.
En ese texto ya no se hablaba ni de 11 ni de 13 pesos y solo se mencionaba el 4,5% para tratar de clarificar un poco. No obstante, la información también resultó llamativa porque los precios de los combustibles no están regulados y se supone que las petroleras habían aceptado voluntariamente sumarse a Precios Justos y luego habían decidido, también voluntariamente, aumentar un porcentaje mayor al 4,5% acordado inicialmente porque, según aseguraron a EconoJournal, desde Economía no cumplieron con ninguno de los compromisos que les habían hecho.
Más allá de esa última cuestión, la aparición de Massa sirvió para instalar en los medios de comunicación el 4,5% de aumento, aunque no pudo lograr que ese 4,5% se cumpla en el surtidor.