Para 2023, GyG se propuso alcanzar el mismo objetivo que guía su trayectoria de 30 años en el rubro del alquiler de automóviles: acompañar el crecimiento de la industria, brindando un servicio de calidad. “Estaremos, como siempre, atentos a las oportunidades de mejora que el mercado y la tecnología nos ofrecen, apuntando al crecimiento sostenible dentro de nuestro segmento”, explican desde la firma.
Las inversiones previstas para esta temporada, adelantan, se centrarán en la compra de nuevas unidades. “Lo haremos tanto para aumentar el tamaño de nuestra flota como para realizar el recambio previsto de las unidades más antiguas”, explican.
Adicionalmente, exponen, se avanzará con la construcción de un nuevo depósito en el predio del Parque Industrial de Neuquén. “Este galpón se utilizará mayormente para la guarda de insumos (permitiéndonos ampliar la capacidad de stockeo), pero también para la guarda de lubricantes y cubiertas. Constará de nuevos vestuarios y baños para el personal de la empresa, aparte de albergar una sala de capacitación totalmente equipada”, especifican.
- “Según los referentes de GyG, la importancia coyuntural que Vaca Muerta tiene para nuestro país, reconocida por la mayoría de las fuerzas políticas en pugna, hará que no se tomen decisiones que pongan en peligro la actividad en la cuenca”
Según los directivos de GyG, el escenario energético internacional es muy favorable para el desarrollo de Vaca Muerta. “Ante tal panorama, apuntamos al constante crecimiento de nuestra flota, la optimización de los servicios prestados mediante la adquisición de nuevas tecnologías y la actualización o mejora de las que disponemos, la capacitación permanente de nuestro personal y la realización de incorporaciones según las necesidades operativas que surjan”, enumeran.
El actual económico local, admiten, afecta seriamente el normal desenvolvimiento de la actividad. “La inestabilidad cambiaria y el proceso inflacionario inciden seriamente sobre nuestra relación con los proveedores y clientes, ya que los constantes aumentos en los insumos y bienes de capital son difíciles de trasladar a los precios, sobre todo teniendo en cuenta que nosotros prestamos un servicio y no realizamos la venta directa de un bien”, indican.
La empresa, puntualizan, suele comprar en efectivo, por transferencia o vía cuenta corriente a un máximo de 30 días, mientras que sus servicios se facturan a mes vencido y se cobran -con mucha suerte- 30 días después. “A esto se suma la escasa disponibilidad de líneas de crédito y las altas tasas de financiación”, cuestionan.
Capacitación especializada
Más allá de las inversiones programadas en lo edilicio y en los bienes de uso, los directivos de GyG consideran necesario seguir trabajando en la capacitación del personal y en la incorporación de nuevas tecnologías. “Creemos que el desarrollo de los recursos humanos, en primer lugar, y la mejora tecnológica, en segunda instancia, son vitales para el crecimiento de pequeñas y medianas empresas (PyMEs) como la nuestra”, aseveran.
- “Desde GyG advierten que la inestabilidad cambiaria y el proceso inflacionario inciden seriamente sobre su relación con los proveedores y clientes, ya que los constantes aumentos en los insumos y bienes de capital son difíciles de trasladar a los precios”
Desde su perspectiva, ya se empezaba a vislumbrar una salida de la crisis que provocó el coronavirus en 2021, pero el primer año de la vida post-pandemia fue verdaderamente 2022. “Nuestra industria terminó de volver a la normalidad, o de acomodarse a la tan mentada ‘nueva normalidad’, que se parece bastante a la anterior. En este contexto, nos encontramos con bastantes ‘cuellos de botella’ que venían de años anteriores, y que quizás se potenciaron o se hicieron más visibles ante el aumento de la actividad, sobre todo en cuanto a la disponibilidad de unidades cero kilómetro para la compra y -en menor medida- de insumos y repuestos”, resumen.
Hacia fines de 2022, reconocen, mejoró la cuestión de los cero kilómetro, pero empeoró significativamente el acceso a algunos insumos y repuestos. “Un caso emblemático fue el tema cubiertas, que estuvo en boca de todos”, ejemplifican.
En definitiva, afirman, fue un año complejo, con una demanda fuerte, un margen acotado para satisfacerla y dificultades para conseguir nuevo personal capacitado. “A pesar de la coyuntura, tuvimos la suerte de cerrar un balance positivo, con un crecimiento sostenido que ante un mejor escenario podría haber sido mayor”, señalan.
Desarrollo sostenible
Como todo año electoral, 2023 será cambiante en materia económica, según la visión de los referentes de GyG. “La crisis no va a solucionarse mágicamente, pero debería desacelerarse con las posibles medidas que se puedan tomar en esa materia. La importancia coyuntural que Vaca Muerta tiene para nuestro país, reconocida por la mayoría de las fuerzas políticas en pugna, hará que no se tomen decisiones que pongan en peligro la actividad en la cuenca”, proyectan.
Será fundamental, continúan, que a través de un mayor acceso al financiamiento con líneas de crédito subsidiadas, beneficios impositivos y apoyo a las inversiones en capital se promueva el desarrollo sostenible de las PyMEs del sector. “Si bien no se encuentra totalmente desarrollada, hoy la sinergia entre las PyMEs está creciendo. Esto seguirá siendo así en tanto todos los actores podemos superar nuestras barreras de desconocimiento y desconfianza, las cuales se van achicando gracias a iniciativas como el Clúster Vaca Muerta y al accionar de las cámaras a nivel sectorial”, precisan.
Con respecto a las grandes compañías, sostienen, la sinergia luce un poco más compleja por la habitual diferencia de escala entre las partes. “Quizás falta el pequeño salto de sentarnos a conversar con los números sobre la mesa para conocer las necesidades específicas y apuntar nuestras inversiones hacia donde el mercado nos necesite. Lo que siempre está, y es de agradecer entre las PyMEs, son los programas de desarrollo de proveedores que tienen las productoras”, reivindican.