La Secretaría de Energía realizará este jueves en su sede de Neuquén una jornada de trabajo donde representantes de Oleoductos del Valle (Oldelval), Oleoducto Trasandino (Otasa) y Oiltanking expondrán el detalle de los planes de inversión para tratar de lograr la extensión de sus concesiones. La cita es a las 15 horas y se podrá seguir en vivo por el canal de Youtube de la Secretaría. Asistirán autoridades nacionales y provinciales junto con directivos de petroleras, empresas de servicio y cámaras sectoriales. El secretario de Energía Darío Martínez anticipó que busca resolver el tema durante este invierno.
El aumento de la capacidad de transporte de petróleo es una necesidad para el sector en momentos en que la producción de gas y petróleo no convencionales alcanzaron durante marzo récords históricos de producción en Vaca Muerta, en tanto que el crudo resultante de todas las cuencas del país fue la más alta desde 2011.
Oleoductos del Valle (Oldelval)
Oleoductos del Valle (Oldelval), que transporta el crudo de Vaca Muerta hacia Buenos Aires, tiene en carpeta un plan para duplicar su capacidad de transporte, sumando 36.000 metros cúbicos (m3) más por día. La inversión está presupuestada en 750 millones de dólares, pero para garantizar el financiamiento de la obra necesita que el gobierno le otorgue una extensión de 10 años de su concesión que vence en 2028.
La intención es que al menos la mitad de los fondos sean adelantados por las petroleras que extraen crudo de Vaca Muerta. El socio mayoritario de Oldelval es YPF con el 37% de las acciones, seguido por ExxonMobil con el 21%, Chevron con el 14,5%, PAE y Pluspetrol con el 11,9, y Pampa Energía y Tecpetrol con el 2,1%, pero también harían un aporte cargadores como Vista, Shell, Equinor y Petronas.
Todas las interesadas firmarían nuevos contratos con Oldelval para asegurarse parte de la capacidad adicional de transporte y adelantarían una suma de dinero a cuenta de esos contratos.
Oldelval podría garantizarse así entre 300 y 400 millones de dólares y una vez que tenga asegurado ese piso buscaría el financiamiento adicional en el mercado respaldándose en la prórroga de la concesión y los nuevos contratos de transporte firmados con petroleras de primera línea.
Oldelval ya avanzó en la ingeniería del emprendimiento, que prevé el tendido de un caño de 342 kilómetros en 24 pulgadas de diámetro, otros 18 kilómetros en 30 pulgadas y distintas plantas compresoras para poder transportar el crudo.
Oleoducto Trasandino (Otasa)
El crudo de Vaca Muerta tiene también una posibilidad inmediata de evacuación hacia el oeste a través del Oleoducto Trasandino (Otasa) que se extiende desde el yacimiento Puesto Hernández, en Neuquén, hasta la ciudad de Talcahuano en Chile, a través de un caño de 425 kilómetros que llega a un pico de 2000 metros de altura para cruzar la Cordillera, y luego baja hasta Talcahuano.
Creada en 1992, Otasa es controlada por A&C Pipeline Holding Company, cuyos accionistas son la empresa estatal chilena ENAP (36,25 por ciento), YPF (36) y Unocal Argentina (27,75 por ciento).
El oleoducto dejó de operar en 2006, cuando la refinería ENAP dejó de demandar crudo neuquino, y ahora avanza en un proceso de rehabilitación y puesta a punto. Las tareas se vieron retrasadas por la pandemia de coronavirus, pero ya se están desarrollando las primeras pruebas mediante el bombeo de agua, por lo que de funcionar correctamente se espera que se pueda comenzar a cargar crudo en diciembre.
Ese ducto permitirá sumar el transporte de unos 100.000 barriles adicionales de crudo de Vaca Muerta -llegó a un máximo histórico de 115.000-, tanto para consumo interno de Chile a través de la refinería de Bio Bio como para exportación por el puerto de Concepción hacia los mercados del Pacífico.
Por la magnitud de los trabajos, se requiere un mayor tiempo de ambas concesiones para recuperar las inversiones.
Oiltanking Ebytem
Las obras que ampliarán la capacidad de trasporte de Oldelval deben ir acompañadas también con inversiones en la terminal de Oiltanking Ebytem en Puerto Rosales, que se encarga de la recepción, almacenaje y bombeo del petróleo que proviene de las cuencas patagónicas. La terminal es controlada por la alemana Oiltanking GmbH con un 70% de las acciones y la petrolera YPF que tiene el 30% restante.
Oiltanking Ebytem fue constituida el 23 de diciembre de 1992 con el propósito de privatizar la carga, descarga y almacenamiento de hidrocarburos mediante la Estación de Bombeo y Terminal Marítima de Puerto Rosales. Ese mismo año, la firma Isaura S.A. resultó adjudicataria por concurso del 70% y al año siguiente el Ministerio de Economía aprobó a través de la resolución 139/93 el contrato de compraventa de acciones y la cesión de la concesión de transporte de hidrocarburos por un plazo de 35 años, contados desde el 6 de noviembre de 1992 prorrogables por 10 años más.
En marzo de 1994, Isaura transfirió sus acicones a Oiltanking Argentina S.A. y en octubre de 1996 transfirió sus acciones en Oiltanking Argentina S.A. a Oiltanking GmbH y Oiltanking Benelux GmbH.
La principal actividad operativa de Puerto Rosales se centra en dos monoboyas
giratorias para el atraque de grandes buques petroleros, denominadas Punta Ancla y Punta Cigüeña, ubicadas entre las boyas 19 y 21 del canal principal de acceso, y que pueden descargar en promedio unas 400.000 toneladas mensuales. Estas boyas se encuentran vinculadas a tierra firme por una cañería submarina de 2.000 metros de longitud que las conecta con una planta de 18 tanques (con una capacidad de almacenaje de 480.000 m³) y un oleoducto a través del cual se bombea el crudo hacia las refinerías instaladas en La Plata, donde se lo industrializa. Las monoboyas son administradas por Oiltanking, que se encarga también del almacenaje y bombeo del petróleo.