La transición energética hacia las energías limpias y renovables se ha acelerado en todo el mundo luego de las definiciones tomadas en la COP26 y debido a las cuestiones geopolíticas que este año han generado grandes aumentos en los precios de los combustibles fósiles.
Para satisfacer la demanda interna, Argentina debe importar combustibles desde diferentes mercados, y en este contexto la apuesta por las energías renovables resulta ampliamente beneficiosa para disminuir la necesidad de divisas del país. Durante los meses de menores temperaturas, el país debe importar un promedio de 44 Mm3/d de gas, de los cuales 31 Mm3/d provienen del GNL. Estas importaciones se realizan por barco desde países como Qatar o Trinidad y Tobago; y por gasoducto, desde Bolivia.
En este contexto, la generación renovable eólica reduce de manera directa la dependencia al gas y al GNL importados. Durante 2021 la generación producida por el viento aportó 14,8 TWh y de esta manera, se desplazaron 8,5 Mm3/d de consumo de combustibles, equivalentes al 20% de las necesidades durante el período invernal y al 33% del promedio anual.
Es así que entre 2016 y 2020, gracias al desplazamiento del consumo de combustibles fósiles por la mayor oferta eólica, el ahorro fue de más de 1300 millones de dólares, de acuerdo a un trabajo presentado por la CEA. Este mismo estudio estimó que en 2021 el nivel de generación eólica permitió evitar pagos al exterior en un promedio de 800 millones de dólares anuales. Y para este año 2022, teniendo en cuenta la mayor generación producida por el sector y los mayores precios internacionales, este ahorro es cuatro veces mayor y alcanza los 3.250 millones de dólares.
A los actuales precios, el costo de combustible por cada MWh desplazado es superior a los 230 u$s/MWh. Es decir, más que triplica el costo de un MWh renovable. Por cada 100 MW eólicos de capacidad instalada, y a lo largo de su vida útil, Argentina ahorra 336 millones de dólares, multiplicando por 3 la inversión inicial. Esto resulta en un beneficio clave para la matriz energética.
El presidente de la CEA expresó que “garantizar las condiciones para un mayor desarrollo del sector eólico, y renovable en general, es crucial para lograr la fiabilidad del sistema, una mayor libertad energética, y una reducción de la dependencia al gas y GNL importados. Y además permitirá una mayor exportación de combustibles fósiles, generando un ciclo virtuoso para la economía del país”.