Las petroleras que integran la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) mantuvieron la semana pasada una primera reunión para analizar el proyecto de promoción de inversiones hidrocarburíferas que el gobierno presentó en agosto, luego de la derrota que sufrió en las PASO. La intención, que se materializa con un par de meses de demora, es unificar una posición común por si la iniciativa llega a avanzar en el Congreso y son citados a exponer en alguna reunión de comisión.
El motivo de la demora
La demora para concretar el encuentro –realizado dos meses y medio después de que el gobierno distribuyó el proyecto- respondió, en parte, a la decisión de YPF, que preside la cámara a través de su CEO Sergio Affronti, de esperar a que la iniciativa se presente oficialmente en sociedad antes de convocar al resto de los socios de la entidad a debatir el texto de la norma redactada por el gobierno.
YPF no deja de estar en una situación de cierta incomodidad: es una compañía controlada por el Estado Nacional y Demián Panigo, el principal escriba del proyecto y asesor del ministro de Economía, Martín Guzmán, es director titular de la petrolera. Sin embargo, dentro de la compañía plantean reparos en varios de los puntos del proyecto de Ley porque no todo lo que la firma deseaba se terminó plasmando en el texto que se presentó en el Congreso.
En ese contexto, durante el encuentro en la Ceph, los representantes de YPF asumieron la tarea de exponer los lineamientos generales del proyecto de Ley, que tuvo que afrontar distintas instancias de validación política antes de ver la luz y así y todo no está claro si el cristinismo terminará dándole el respaldo necesario en el Congreso.
En nombre de YPF asistieron a la reunión el vicepresidente de Servicios Jurídicos, Germán Fernández Lahore, el vicepresidente de Downstream, Mauricio Martín, y otros dos directivos de la línea técnica de la empresa. Además, participaron ejecutivos de Pan American Energy (PAE), Pluspetrol, Tecpetrol, Vista Oil&Gas, CGC, Pampa y Chevron, entre otras firmas.
Puntos de conflicto
En el encuentro quedó de manifiesto que las empresas deberán trabajar bastante para unificar una posición común, dado que cada petrolera tiene intereses disímiles en función de las cuencas en las que operen y también de acuerdo a si son firmas integradas o solo se desenvuelven sólo como productores no integrados.
El proyecto que preparó el gobierno define dos palancas centrales para estimular la inversión en el sector hidrocarburífero. La primera se materializa con la creación un nuevo régimen de promoción de exportaciones de petróleo y gas, al asegurarles a las petroleras que podrán exportar en firme (en teoría, sin la necesidad de que el Ejecutivo valide cada operación) un porcentaje de su producción incremental de hidrocarburos (un 20%). La segunda está dada por la libertad para liquidar divisas generadas por una parte (un 50%) de las exportaciones garantizadas por el proyecto. La mayoría de las empresas coincide en que ambas herramientas de promoción no lucen demasiado atractivas.
El artículo 8 define que la Línea Base para calcular cuánto crudo podrá exportar cada petrolera en función de su producción total del hidrocarburo se calculará sobre “el máximo entre el volumen de 2019, el de 2020 y el volumen de los doce (12) meses transcurridos entre mayo de 2020 y abril de 2021 inclusive, según defina la Autoridad de Aplicación”. En la reunión de la Ceph, algunos directivos dejaron que la fijación de una línea base en ese plazo es discrecional y termina perjudicando a empresas que comenzaron a recuperar fuerte sus niveles de inversión en el segundo semestre del año pasado en plena pandemia, como por ejemplo Vista, Shell, Petronas y Chevron, por ejemplo.
Condiciones comerciales
Los productores no integrados también cuestionaron el texto que establece que «para obtener la habilitación del VEB (es decir, para poder exportar parte de su producción), los productores deberán demostrar que se les ha otorgado a los potenciales agentes del mercado interno que pudieran estar interesados, la posibilidad de adquirir el porcentaje de su producción no alcanzada por el VEB, en condiciones comerciales que hagan accesible la oferta para el abastecimiento interno«.
«¿A través de qué mecanismo se van a definir cuáles son las condiciones comerciales adecuadas o accesibles? Así como están redactadas, esas líneas se prestan a confusión y en lugar de contribuir a generar un régimen de exportación confiable, terminan generando todo lo contrario«, advirtió el director comercial de una petrolera.