El gobierno de Cambiemos adjudicó, en mayo del 2019, 18 áreas para la exploración de gas y petróleo offshore en el Mar Argentino, bajo el esquema de la Ronda Argentina 1. En total, 13 importantes petroleras comprometieron una inversión mínima de US$ 732 millones. No obstante, los desembolsos están pausados porque el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible no aprobó los Estudios de Impacto Ambiental requeridos para llevar adelante la actividad. Al participar del Ciclo de Entrevistas de EconoJournal, el especialista en el desarrollo de hidrocarburos aguas abajo, Miguel Ángel Martínez, analizó las consecuencias que se pueden derivar del escenario actual.
“La licitación fue un éxito. Sin embargo, ante la indefinición, las compañías que apuestan a duplicar el valor invertido inicialmente en la etapa exploratoria, pueden apelar a lo que se denomina fuerza mayor y retirarse del país sin cumplir los contratos”, manifestó el consultor. Entre las empresas adjudicatarias de los bloques offshore figura la noruega Equinor, la anglo-holandesa Shell, la estadounidense Exxon, las británicas Tullow y British Petroleum, las argentinas YPF, Pluspetrol y Tecpetrol, la japonesa Mitsui y Qatar Petroleum, entre otras.
Los obstáculos y la pesca ilegal
Las condiciones para el desarrollo de la actividad offshore son positivas, sobre todo, en materia de aporte de recursos ante un escenario macroeconómico crítico. Aun así, las empresas que firmaron los contratos y tienen la obligación de invertir están estancadas por cuestiones administrativas irresueltas.
“El litoral marítimo argentino es muy extenso y es uno de los pocos del mundo que no ha sido explorado lo suficiente y de manera ordenada”, señaló Martínez. Respecto de los obstáculos que imposibilitan el avance, el especialista explicó: “Funcionarios del medio ambiente consideran que los estudios e investigaciones ligadas a la contaminación que realizaron las empresas no están completos y llamaron a una audiencia pública. Personalmente, me cuesta creer eso, porque si hay alguien que trabaja en el mundo son estas firmas. Quienes tienen a cargo la decisión de los permisos deberían conversar nuevamente con las empresas».
“Es cierto que puede haber problemas con la emisión de la sísmica”, dijo el ingeniero y apuntó: “Precisamente por eso vamos adelante observando puntualmente donde están las especies marinas. Y lo que sí encontramos cuando recorremos el tramo que va desde la milla 180 a la 350, son 400 barcos chinos de pesca ilegal. Entonces le pregunto a la gente que apoyó el freno de la actividad offshore: ¿Qué le deja eso a la Argentina? Quizá deberían preocuparse más por recuperar las 10 toneladas de especies marinas por día que se lleva cada barco ilegal en Comodoro Rivadavia”.
Guyana: un caso de éxito
Con el fin de ejemplificar, Miguel Ángel Martínez describió el caso de Guyana, uno de los países más pobres del mundo que transformó su futuro económico y social a partir de la exploración. “Este año se van a perforar 12 pozos offshore en el país caribeño. Ya están llegando los dos primeros buques FPSO (barcos de tratamiento, almacenamiento y descarga), que implican el inicio de la producción”, subrayó el ingeniero.
“En Argentina todavía no se perforó ni un pozo. Mientras Guyana avanzó en el desarrollo —con las mismas empresas— nosotros estuvimos dando vueltas. Necesitamos que las autoridades del país entiendan la importancia del offshore y la ventana que tiene históricamente en el mundo. La exploración y explotación offshore todavía es negocio y todavía hay inversión. La gente involucrada en esta industria debe ser clara y comunicar a las autoridades que no podemos perder otra oportunidad”, resaltó Martínez.