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El Senado convirtió en Ley el nuevo régimen de promoción para la industria de biocombustibles. En la sesión del jueves pasado, el proyecto obtuvo 43 votos a favor y 19 en contra. El nuevo régimen será hasta 2030 con la posibilidad de extenderlo por cinco años más. Si bien falta la reglamentación, la nueva norma remplazará a la Ley 26.093 de 2006 que impulsó el entonces presidente Néstor Kirchner y que formalmente todavía está en vigencia hasta el 27 de agosto. El nuevo régimen que regula el mercado interno conformado por 55 empresas de bioetanol y biodiesel dejó ganadores y perdedores.
Ganadores
- Los principales ganadores son los ingenios del NOA que producen bioetanol elaborado a base de caña de azúcar, que es el único biocombustible que no reducirá su actual 12% de mezcla con las naftas. Ese porcentaje se dividirá 6% para el bioetanol de caña y 6% para el producido a base de maíz, que podrá reducirse a un 3%, según el criterio de la Secretaría de Energía. La Ley estima que la mezcla de la caña de azúcar nunca se reduzca por debajo del 6%. Los ingenios ganadores son Ledesma (familia Blaquier), Tabacal (Seaboard Corporation) y La Florida (grupo Los Balcanes), y otros más chicos como ingenio Leales (del grupo Budeger, controlante del ingenio La Esperanza), Bio Atar (grupo Luque), Santa Rosa y La Trinidad, entre otros. En este caso, legisladores del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio de Tucumán, Salta y Jujuy votaron a favor de la Ley.
- También resultaron ganadores las empresas pymes de biodiesel (producido a base de aceite de soja y de maíz) pero que cuentan con más de una planta para abastecer el mercado interno. La Ley define que las plantas que acceden a los beneficios del régimen no pueden producir más de 50.000 toneladas de biodiesel por año. El primer borrador del proyecto impedía que una misma persona o grupo tenga más de una planta. Pero el texto que se terminó aprobando habilita que un mismo grupo o persona cuente con más de una planta bajo el régimen de promoción. En particular, los beneficiados son el Grupo Bojanich, que cuenta con seis plantas (Biobahía, Biobin, Bio Ramallo, Biobal Energy, Bio Corba y Refinar Bio). Juan Carlos Bojanich, el empresario al frente del grupo que concentra el 25% de las ventas de biodiesel reguladas por la Secretaría de Energía, apoyó desde el inicio al proyecto impulsado por el Frente de Todos. Además, se benefició el grupo santafesino Essential Energy Holding, que tiene cuatro plantas: Rosario Bioenergy, Bionogoyá, Establecimiento Albardón y Héctor Bolzán y Cia.
- También salieron ganadores las compañías petroleras y las provincias donde se encuentran los yacimientos de crudo y gas. El porcentaje de mezcla obligatoria de los biocombustibles con las naftas y el gasoil no aumentará. Las provincias petroleras como Neuquén aportaron votos para que el proyecto de apruebe.
Perdedores
- Distintas cámaras empresarias y referentes de la industria consultados por Econojournal coincidieron en que el sector quedará -al menos- sin poder crecer, ya que la expectativa luego de 15 años de regulación era que se incremente la participación del biodiesel en cada litro de gasoil que se vende en los surtidores del país.
- Entre los perdedores de la nueva norma se encuentran las empresas productoras de biodiesel (aceite de soja) porque se redujo de 10% a 5% el corte de la mezcla con el gasoil.
- Además, ante la suba del precio de la materia prima o escasez de los productos, la Ley habilita a que la Secretaría de Energía reduzca el corte de mezcla del bioetanol de maíz de 6% a 3%. En este caso, las empresas que se perjudicarían son: Bioetanol Río Cuarto (BIO4), Acá Bio, Promaiz, Diaser y Maíz Energía. Políticamente, las provincias perdedoras con la nueva Ley son Córdoba, gobernada por Juan Schiaretti y donde se produce biodiesel y el 70% del bioetanol de maíz del país, y Santa Fe, a cargo Omar Perotti.
- Las grandes cerealeras como General Deheza, Bunge o Cargill seguirán sin poder participar en el mercado interno, aunque concentran gran parte de la producción del aceite de soja. Con el nacimiento de este sector industrial estas compañías instalaron grandes plantas con capacidad para producir mucho más que el tope de 50.000 toneladas anuales de biodiesel que impone la ley. De todos modos, encontraron mercado exportando grandes cantidades a Europa y Estados Unidos (en 2017 las grandes cerealeras llegaron a exportar por US$ 1.600 millones), aunque en los últimos años estos envíos se frenaron por denuncias de dumping y barreras arancelarias.
- La Liga Bioenergética, que agrupa a provincias productoras como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán, Jujuy, Salta y Santiago del Estero, tuvo un duro golpe luego de la aprobación de la Ley en el Congreso. Durante los últimos años elaboró un proyecto de ley propio que se proponía -en líneas generales- incrementar a 15% el corte del bioetanol y hasta 27% en 10 años el biodiesel. La unidad con la que funcionaba prácticamente se rompió con la aceleración que impuso el Frente de Todos para aprobar el proyecto en julio.
3 Responses
Realmente, no dicen lo que hay detrás de esta Ley; es que al Gobierno le conviene que se venda la soja y el maíz, tanto en el mercado interno como de exportación; por le recaudación . Es una mentira vergonzosa lo de la reconversión de la matriz energética y lo del aumento de los combustibles. Además, si hay que pagar algo más los combustibles por el componente ambiental cuanto más será?
En orden de importancia es incorrecto poner en primer lugar a los ingenios azucareros ya que estos quedaron como estaban. La industria petrolera es por lejos, la mayor ganadora. Ellos tienen la manguera, ellos tienen el negocio y demostraron que lo pueden mantener. Pudieron frenar todo el movimiento BIO que se está imponiendo en el mundo. Las grandes cerealeras son las perdedoras, aunque este negocio no creo que les preocupe tanto. Sus balances lo demuestran.
Los que pierden son los trabajadores que al producir la mitad las plantas de bio diesel reducen a la mitad a sus operadores, las empresas van a pasar a ganar la mitad pero los trabajadores quedaron la mitad