Cammesa, la empresa responsable del despacho y la administración comercial del mercado eléctrico mayorista, adjudicó ayer la compra de ocho cargamentos de gasoil de 50.000 metros cúbicos (m3), cuatro más de los que había anunciado, para sortear la baja producción de las represas hidroeléctricas emplazadas en la cuenca del río Paraná-Uruguay y la escasez de gas en el mercado local, cuya producción sigue por debajo de los 100 millones de metros cúbicos día (MMm3/d).
Cammesa sigue quemando a razón de 12.000 m3/día de gasoil para suplir la falta de gas y de reservas hidroeléctricas. La cifra está muy por encima de lo que se había planificado en la programación estacional hasta septiembre. Por eso, la importación de urgencia de combustibles líquidos para el parque generación redundará ineludiblemente en un incremento de los subsidios que recibe el sector. Cada barco de 50.000 m3/d de gasoil cuestan alrededor de US$ 23 millones. Los ocho que adjudicó ayer empezarán a arribar a partir de la segunda semana de junio. Entre los ganadores de la adjudicación figuran Vitol y Glencore, dos de los mayores traders de combustibles a nivel global, y también PowerChina. Esta vez se sumó también la petrolera norteamericana Chevron, una de las dos petroleras más grandes de EE.UU.
La necesidad de combustibles alternativos es tal que Cammesa salió ayer a la tarde con un nuevo tender para importar un nuevo cargamento más de 60.000 m3 de gasoil para junio. El costo de los cargamentos adjudicados por Cammesa esta semana y los que licitó de fuel oil rondan los US$ 250 millones, que no estaban incluidos en el Presupuesto 2021.
Fuel oil
En paralelo, con el fin de reemplazar la generación de las centrales hidroeléctricas de la región mesopotámica afectadas por la sequía, que está en niveles históricos, Cammesa salió a licitar la compra de dos cargamentos de 49.000 m3/d de fuel oil para el 18 y 24 de junio. Esto último permite confirmar la reapertura de importaciones de combustible líquido que anunció EconoJournal días atrás.
En rigor, si el gobierno esperaba que afloje la demanda de gas con el ingreso de la terminal regasificadora de Bahía Blanca, el sorpresivo paro de 11 sindicatos navieros que paralizó la actividad logística de combustibles para las centrales eléctricas, complicó aún más el escenario.
En todo caso, se trata de compras no contempladas en el programa estacional de Cammesa. Con lo cual, si la producción de gas no aumenta y las operadoras no cumplen con los volúmenes comprometidos en el Plan Gas.Ar, no se descarta la posibilidad de adquirir más cargamentos de gasoil -que son más que el gas natural-, lo que implicaría un costo incremental de divisas por el combustible importado y el consecuente aumento de los subsidios eléctricos.
Crisis hidrológica en Brasil
La intensa sequía en las represas hidroeléctricas responsables de la generación del 63 por ciento de la energía eléctrica de Brasil compromete el abastecimiento del territorio brasilero. El panorama es por demás complejo: el volumen de lluvias en la región se ubicó muy por debajo de lo esperado suscitando la sequía que el presidente Jair Bolsonaro describió como “la mayor crisis hidrológica que ha sufrido el país en más de dos décadas”.
Así, la magnitud del desecamiento afecta la generación de energía eléctrica en las centrales binacionales Yacyretá y Salto Grande por la bajante de los ríos Paraná y Uruguay que nacen en el sudeste de Brasil. Además, los ríos bajos continúan golpeando a la región del Comahue. Ante la emergencia, la represa hidroeléctrica Piedra del Águila, ubicada sobre el río Limay, entre las provincias de Río Negro y Neuquén, estaba ayer generando al máximo de sus posibilidades.