La Argentina se vio obligada a importar ayer 978 megawatt (MW) de energía de Brasil y 975 MW de Uruguay para garantizar el abastecimiento de la demanda de energía, que llegó a superar los 18.000 MW, según datos del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Fue una decisión de emergencia que tomó Cammesa, la empresa que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), frente a la imposibilidad de descargar gasoil en algunas centrales termoeléctricas de Buenos Aires por el sorpresivo paro realizado por 11 gremios navieros durante 48 horas entre el martes y el jueves.
El cese total de las actividades portuarias desde el martes a las 18 comprometió el suministro de combustibles para la generación en las centrales eléctricas. Del mismo modo, el conflicto gremial demoró el reingreso del buque metanero Exemplar de Excelerate Energy que tenía prevista la descarga de gas natural licuado (GNL) en la terminal de Escobar para luego continuar viaje hacia el puerto de Bahía Blanca.
Emergencia
Fuentes del sector energético explicaron que “por el impacto (del paro) en la descarga de GNL y los problemas de reposición de stock de gasoil y fuel oil, se realizó un pedido de importación de emergencia dentro del acuerdo binacional con Brasil, que debía algunos GWh y ahora vamos a quedar debiendo nosotros”.
La importación de energía desde Brasil se concretó bajo el paraguas del programa de intercambio que existe entre ambos países, que permite sortear la escasez de energía cuando la situación de cualquiera de las dos naciones lo amerita. La importación desde Uruguay, sin embargo, fue una compra de energía que se pagará en metálico. Lógicamente, el precio de importación es más caro que costo de generación local, dado que se toma como referencia el precio marginal de la energía en Uruguay, que supera fácilmente los US$ 100 por MWh.
A la fecha, Cammesa, la administradora del mercado eléctrico, está quemando 12.000 metros cúbicos diarios de gasoil en el parque de generación termoeléctrica al tiempo que gestiona la compra al exterior de una decena de cargamentos de combustibles líquidos fundamentales para asegurar la generación de energía en las centrales eléctricas. Si el conflicto con los gremios navieros no se descomprime rápidamente, la escasez de gas en el sistema podría entorpecer aún más el abastecimiento de la demanda durante el período invernal.
Un comentario
Sorpresivo el paro? Desde el inicio de la pandemia los navegantes estamos trabajando sin vacunas incluso cuando otros sectores fueron vacunados y actualmente estan guardados.
Y no hablemos de vacunas vip, avivadas de militantes y presos vacunados
El paro no fue sorpresivo.