La Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica (ADEERA) elaboró un informe en el que advierte las consecuencias que está generando en el sector el congelamiento de tarifas y describe las condiciones en la que se desempeñaron las empresas durante la pandemia, a lo largo de todo el año pasado. También evalúa la caída de ingresos vía tarifas por combinación de congelamiento y morosidad, propone un nuevo esquema de aplicación de la tarifa social y fija posición frente a declaraciones de funcionarios públicos sobre posibles cortes de luz en verano.
El documento afirma que las 47 distribuidoras que nuclea la cámara “se encuentran en estado de preocupación frente a la extensión del congelamiento tarifario dispuesto recientemente en algunas zonas muy importantes del país” y advierta que esta medida “produce una afectación directa al servicio eléctrico”. Destaca que el congelamiento “se produce en un contexto con una inflación acumulada del 80 %, de la cual el servicio eléctrico no es responsable pero que sí impacta directamente en los aumentos de los costos de la prestación”.
ADEERA afirma que la producción y distribución de energía tiene un costo y que se requiere de inversiones constantes para “garantizar las condiciones de calidad requerida por los usuarios”. Indica que entre los costos del servicio de distribución se encuentran los salarios -que involucra a más de 80.000 personas que trabajan directa e indirectamente-, los materiales, repuestos, flotas de vehículos y demás insumos.
Escenario de pandemia
El informe resalta que durante la pandemia “las distribuidoras de electricidad realizaron una gran cantidad de obras para mantener la calidad del servicio, acompañar la demanda y fortalecer el abastecimiento a hospitales y centros de salud”. Destaca que “entre todas las empresas invirtieron más de 50.000 millones de pesos en 2020, privilegiando las redes y su operación por sobre otras obligaciones” y que los trabajadores del sector eléctrico “estuvieron presentes en todo el territorio nacional para resolver, en el menor tiempo posible, todas las interrupciones de servicio que en la mayoría de los casos tuvieron lugar por condiciones meteorológicas adversas”. Sin embargo, lamenta que pese a que la distribución eléctrica es un sector esencial “no fue asistido hasta el momento con ningún programa de compensación o ayuda económica”.
ADEERA manifiesta que al congelamiento tarifario se le agregó la pandemia para comprometer aún más la situación financiera de las distribuidoras. Esto se debió “a la morosidad en el pago de las facturas, a las deudas que se vieron obligadas a contraer con Cammesa, a la falta de actualización del Valor Agregado de Distribución (VAD), a los altos componentes impositivos y a la reducción de la demanda industrial que no logró compensarse con el aumento del consumo hogareño”.
Ingresos por tarifas
El informe señala las tarifas de los servicios públicos que rigen actualmente en el país son las más económicas de la región, comparadas con Uruguay, Brasil o Chile. “Esto implica un fuerte atraso monetario en las distribuidoras que trae como consecuencia falta de fondos para continuar con el necesario nivel de inversiones para mantener la calidad del servicio”, afirma.
La ADEERA indica que “solamente el 29% de lo recaudado por las facturas corresponde al distribuidor (VAD) que se destina al pago de salarios, mantenimiento, compra de materiales e insumos y planes de inversión, entre otros”. A su vez, la carga impositiva total del servicio es del 46%, considerando todos los impuestos de la cadena.
La aplicación de la tarifa social
El documento pondera “la importancia de acompañar las necesidades de los sectores más vulnerables y de exigir el cumplimiento de las obligaciones a los usuarios con capacidad de pago”.
En ese sentido, recuerda que ADEERA “presentó una propuesta integral de mejora de aplicación de la Tarifa Social que está disponible en el sitio web de la Asociación y que promueve dos valores promedios fijos a subsidiar mensualmente por hogar, diferenciados por regiones”. Señala que la propuesta “pretende hacer más equitativa la distribución de los subsidios, ya que actualmente todos los usuarios están subsidiados, independientemente de su capacidad económica”.
Cortes de luz en verano
El documento de ADEERA también fija posición “frente a los dichos de referentes de la cartera de Energía sobre posibles cortes de luz en verano”. Afirma que “las distribuidoras han tomado deuda y postergado otras obligaciones para realizar obras de mantenimiento y mejora de las redes, esto implica que no deben esperarse mayores cortes que los que resultan habituales en los días de altas temperaturas”. Destaca que las distribuidoras tienen actualmente los procesos y los recursos necesarios para dar rápida respuesta ante eventuales interrupciones en el suministro.
Estabilidad y certidumbre
Sobre el final, el documento señala las condiciones necesarias para superar el actual escenario. “Las distribuidoras necesitan pautas más precisas para trabajar en un marco estable y así impulsar el desarrollo del país y continuar con la generación de empleo genuino tanto directo como indirecto. La situación macroeconómica define el futuro del sector, que no espera solamente una recomposición tarifaria sino un escenario de certidumbre para planificar el futuro del servicio eléctrico”, concluye.