EconoJournal publicó ayer una nota en la que informaba sobre la pérdida de line pack en el sistema de transporte de gas de TGS como consecuencia indirecta de que la empresa estatal IEASA (ex Enarsa) dejara de vender gas a Camuzzi Gas del Sur, la distribuidora que más gas despacha, y a otras empresas como EcoGas y Gasnor, que distribuyen en el norte del país gas que llega de Bolivia. Antes de publicar, este medio consultó a representantes del Ministerio de Desarrollo Productivo, que tiene bajo su órbita a la Secretaría de Energía.
Por la tarde de ayer, el vocero de Sergio Lanziani, titular de esa cartera, se comunicó con este medio con la intención de transmitir la posición del funcionario sobre algunos puntos.
En primer lugar, explicó que la cancelación del contrato de IEASA con Camuzzi Gas del Sur y otras distribuidoras no obedeció a una “inacción” (tal como se informó en la nota), sino que “fue una decisión concreta que tomó el secretario tras una videoconferencia de la que participaron Federico Bernal (interventor del Enargas), Andrés Cirnigliano (presidente de IEASA), Juan José Carbajales (subsecretario de Hidrocarburos) y Federico Basualdo (Enre)”.
El vocero afirmó que, según Lanziani, “la interrupción del contrato está en línea con la estrategia de implementar una revisión de los esquemas tarifarios de gas de las empresas distribuidoras”. No detalló, sin embargo, cómo están vinculadas una y otra decisión.
El encargado de Prensa de la Secretaría de Energía comunicó dos puntos más a pedido del secretario.
- Aclaró que, en opinión de Lanziani, él no tiene potestad para decidir sobre la asignación de subsidios por miles de millones de pesos, como implicaría renovar el contrato de venta de gas de IEASA. «Está por fuera de su rango», indicaron. La empresa estatal importa el hidrocarburo desde Bolivia y GNL a precios más caros y los revende en el mercado interno a valores inferiores porque si los vendiera al precio real las tarifas residenciales tendrían que aumentar. “Es una definición de orden ministerial que deberán tomar (Matías) Kulfas o (Martín) Guzmán”, enfatizó.
- La caída de la presión en los gasoductos troncales del país, que acarrea riesgos operativos y podría obligar al Enargas a convocar un comité de emergencia, se produjo porque ninguna petrolera está dispuesta a venderle gas a Camuzzi Gas del Sur al precio fijado en sus cuadros tarifarios. Ese precio, al tipo de cambio actual, es de US$ 1,70 por millón de BTU. Los productores alegan que ese precio es antieconómico y, como tal, no permite la perforación de nuevos pozos. Lanziani desestimó esa interpretación. Su vocero afirmó que “el secretario está convencido que hay oferta en el mercado para colocar gas a ese precio”. El consenso mayoritario entre petroleras, transportistas y distribuidoras es que eso no es así —fundamentalmente, los privados argumentan que es imposible vender gas de invierno a esos valores—, pero en definitiva ese contrapunto es el origen del conflicto.