Luego de que el gobierno liberara los precios del combustible en el canal mayorista, las refinadoras les aplicaron aumentos de hasta un 20 por ciento a sus grandes clientes, principalmente industrias y explotaciones agropecuarias. Las petroleras afirman que el ajuste es consecuencia de la suba de costos y remarcan que podrá ser afrontado por la demanda porque los empresarios rurales se están beneficiando con la devaluación, mientras que las industrias que venden al mercado interno ya aplicaron aumentos que llegan al 30 por ciento en las últimas semanas.
A diferencia del combustible que se vende a través de las estaciones de servicio, en el canal mayorista el valor del gasoil y las naftas surge de la negociación de cada empresa con la refinadora que la abastece. Las firmas con mayor poder de compra consiguen mejores precios que su competencia, pero en promedio YPF aumentó un 15 por ciento y entre las demás refinadoras el ajuste llega al 20 por ciento.
Estos aumentos son consecuencia de la flexibilización que el lunes introdujo el gobierno en el congelamiento de precios a través del decreto 601/19. El barril de crudo que se toma como referencia para las estaciones de servicio pasó de 45,19 a 46,69 pesos. Además, se estableció un subsidio de 2,81 pesos por dólar para las petroleras, lo que en los hechos hace que el precio que reciben pueda llegar a 49,50 pesos, siempre que el gobierno pague el subsidio.
A su vez, los refinadores se vieron beneficiados por la desregulación de precios en el canal mayorista. El Ministerio de Hacienda informó a través de un comunicado que el canal mayorista representa el 17% del total del volumen, lo que sumado al 30% de otros productos no congelados originalmente (combustibles de aviación, buques, asfaltos, lubricantes y otros) hace que el 47% del volumen ya no caiga bajo el congelamiento. “Este 47% de volumen equivale aproximadamente a un 38% de las ventas en pesos”, destacaron.