El gobierno está evaluando no avanzar inicialmente con la obra de transporte eléctrico Río Diamante (Mendoza) –Charlone (Buenos Aires), cuya llamado a licitación por ahora ha sido pospuesto para septiembre. La intención es poner el foco en la ampliación del sistema de transporte eléctrico del Área Metropolitana de Buenos Aires. Por ese motivo, se encararía primero el tramo Abasto-Plomer, en el noreste de la provincia, una línea más chica, pero compleja desde el punto de vista ambiental. Así lo están evaluando las autoridades del Comité Administrador del Fondo Nacional de la Energía Eléctrica. Recién después de concretar esa obra se avanzaría con los tramos Plomer-Charlone y Charlone-Rio Diamante para completar toda la línea de alta tensión.
En el gobierno ya están trabajando en los pliegos para avanzar con el proyecto. El objetivo es avanzar con el tramo Abasto – Plomer, en el norte de la provincia, porque la capacidad de transporte eléctrico en el AMBA ya está muy saturada, especialmente en las estaciones transformadoras de Ezeiza y Rodríguez. Lo que se busca es descargar la energía que ingresa por esos dos nodos y hacer que llegue por un nodo nuevo que será Plomer, ubicado en el Partido de Gral. Las Heras, lindante con Luján, Gral. Rodríguez y Mercedes al noroeste. A Plomer podría llegar luego energía de la Central Térmica Manuel Belgrano y de la Central Nuclear de Atucha.
La construcción de esta nueva Estación transformadora de 500 kV, ubicada a unos 67 km de Buenos Aires, no solo permitirían descongestionar las actuales estaciones transformadoras con un nuevo anillo exterior al área del Gran Buenos Aires sino que además podría ayudar a inyectar energía proveniente de los nuevos parques eólicos establecidos al sur de la provincia de Buenos Aires, como es la zona de Bahía Blanca, si es que a su vez se avanza con la línea de 500 kV Vivoratá-Plomer de 356 km de extensión.
La modalidad de financiamiento de la obra Abasto-Plomer todavía no está definida, pero es probable que se decida dejar de lado el régimen de Participación Público Privada (PPP) y se avance con el esquema COM. Con la modalidad tradicional de contrato COM, el Estado licita la obra y el contratista que gana esa licitación es el encargado de garantizar el financiamiento. Una vez concluida la obra comienza a regir un período de amortización, que suele ser de 15 años, durante el cual el privado recupera la inversión a través del cobro de un canon. El canon lo pagan los usuarios del sistema eléctrico y el dinero se canaliza a través de un Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal, creado por la resolución 657/99, que administra el Comité de Administración del Fondo.