El subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos, Marcos Porteau, se mostró optimista de cara a la recuperación de la producción local de hidrocarburos.
Durante la apertura del seminario “El desafío de recuperar el autoabastecimiento energético”, organizado por la Asociación de Ingenieros en Petróleo (SPE, por sus siglas en inglés), en el Hotel Sheraton Libertador, el funcionario del Ministerio de Energía destacó esta mañana que “la posibilidad de que la Argentina se convierta en productor global de Gas Natural Licuado (GNL), que se veía lejana, hoy es mucho más clara que hace seis meses”.
“La balanza comercial energética será positiva en poco tiempo; no hay una limitación de recursos (gasíferos) para incrementar la producción”, analizó Porteau.
El funcionario, el principal responsable del área petrolera por debajo del ministro Juan José Aranguren, vaticinó también un aumento de la producción doméstico de petróleo como resultado de la escalada del precio internacional del petróleo, que hoy superó los 78 dólares.
“En petróleo vemos fundamentals muy positivos. Oldeval (la empresa que opera la principal red de oleoductos del país) ya está trabajando la recuperación de estaciones compresoras para liberar más petróleo a la exportación. En los escenarios (elaborados por el Ministerio) proyectamos una producción de crudo de 770.000 barriles por día para 2030, pero con estos precios, esa producción debería acelerarse si seguimos reduciendo los costos”, señaló.
Porteau reflexionó también sobre la polémica existente en el ámbito local en torno a aquellos que proponen la necesidad de acelerar el desarrollo de gas desde Vaca Muerta y los que defienden la expansión de las energías renovables, que fueron apalancadas por el Gobierno a través del programa RenovAr.
“Hay una realidad indiscutible: la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel global es el punto de partida (para entender las políticas de gobierno). Ese es el principal desafío que tiene el mundo. Mi impresión es que en las grandes compañías esto no se discute y no hay una cuestión de conflicto entre las renovables y otras modalidades de energía. Nos debemos un debate más profundo de los costos de las medidas que se están tomando (en el país). Creo hay un bajo nivel de profundidad en la discusión de ambos lados. Por eso, nos debemos un debate más serio, pero como sociedad debemos atacar el problema de las emisiones de CO2”, advirtió.
Por su parte, Sebastián Borgarello, VP Upstream Consulting de Wood Mackenzie, analizó que “hoy las compañías están pensando en crecer. Por la caída del precio del crudo, estaban pensando en sobrevivir, recortando inversiones, pero este año el presupuesto para el upstream se incrementará un 9% con relación a 2017”. “Estamos en un escenario de crecimiento”, destacó.
Frente a ese contexto —aclaró—, la Argentina debe preguntarse cómo posicionar a Vaca Muerta como un activo atractivo de las empresas major y también de las petroleras independientes. “A nivel geológico, existe la posibilidad de replicar un play de la envergadura de Eagle Ford. La oportunidad está ahí. Vaca Muerta ofrece la materialidad y rentabilidad”, afirmó.
“Si existe una percepción de riesgo aceptable, veo viable que las empresas major puedan invertir US$ 2000 millones por año en Vaca Muerta”, destacó.