Los principales productores de gas del país reclaman desde hace meses al Ministerio de Energía la publicación de un nuevo programa de incentivo a la producción de gas, un instrumento en su opinión estratégico para movilizar el desarrollo de yacimientos no convencionales de Neuquén.
El pedido de las petroleras está relacionado con la expiración del Plan Gas –tal como se conoce al Programa de estímulo a la inyección excedente de gas, lanzado en 2013 por el gobierno de Cristina Kirchner-, que finaliza el 31 de diciembre de 2017, es decir, en menos de 12 meses. Las empresas exigen un horizonte más amplio para concretar sus proyectos de shale y tight gas.
El Ministerio de Energía está ultimando la redacción de una nueva resolución que va en esa dirección. La cartera que dirige Juan José Aranguren aspiraba a publicar el texto de la normativa antes de que finalice enero. Pero finalmente la presentación de la medida se postergó para los próximos días.
El Gobierno está dispuesto seguir subsidiando de manera directa y con recursos del Tesoro a los productores que comprometan inversiones millonarias para elevar la oferta de gas. Pero los precios diferenciales sólo aplicarán para los proyectos no convencionales de gas (tight y shale); no para toda la oferta incremental de gas como funciona el programa actual, que contempla también el aumento de la producción convencional.
En el Gobierno aspiran a que la iniciativa movilice, en una primera etapa, la inversión en una serie de campos. En esa nómina figura el desarrollo de shale gas por cuenta de un consorcio que lidera la francesa Total en Aguada Pichana; la explotación de al menos dos proyectos a cargo de YPF, el mayor productor de gas del país; la continuidad del proyecto de tight gas en Lindero Atravesado que lidera Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del país; y el avance del proyecto de shale gas en Fortín de Piedra, que es propiedad de Tecpetrol, la productora de Techint.
La cartera que dirige Juan José Aranguren fijará un sendero de precios decreciente para los proyectos de gas no convencional que se extenderá por cuatro años y no por tres, como trascendió inicialmente, según comentaron a EconoJournal fuentes del sector privado. La curva de arrancará en US$ 7,50 por millón de BTU para 2018; descenderá a US$ 7 en 2019; a US$ 6,50 en 2020; y concluirá en US$ 6 en 2021.
En el Ministerio de Energía están convencidos que la iniciativa traccionará inversiones para explotar a escala comercial yacimientos de shale gas en Vaca Muerta. El propio Aranguren considera que la etapa de proyectos piloto está concluida y que lo que viene será el desarrollo masivo de los campos no convencionales de Neuquén. Por ese motivo, sólo podrán acceder a esos beneficios quienes comprometan inversiones en la explotación de esos reservorios a gran escala.