Frente a la demora en reactivar el yacimiento Cuenca Marina Austral (CMA-1), que erosionó la oferta disponible de gas en el mercado interno, se optó por reducir los envíos de hidrocarburo hacia Methanex. Pero en lugar de cortar intempestivamente las exportaciones, la baja se hizo de forma ordenada con productores y la propia empresa chilena. Se buscó priorizar la confianza con los actores del mercado chileno, a fin de no perder de vista que a mediano plazo serán una alternativa para colocar, de manera contraestacional, el gas argentino.