Sidersa, compañía dedicada a las soluciones de acero en el mercado argentino, firmó un mandato con el (IFC) por un monto aproximado de 50 millones de dólares con el objetivo de avanzar con el financiamiento del proyecto siderúrgico de la compañía que consiste en instalar una planta siderúrgica de última generación en la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires.
Este apoyo, que significa un respaldo fundamental para poder concretar la inversión e impulsar alternativas suplementarias de financiamiento, se suma al acuerdo firmado con BID Invest, el brazo privado del Grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) en los primeros días de septiembre. El plan de Sidersa para instalar la planta comprende una inversión por 300 millones de dólares. La iniciativa permitirá abastecer al mercado con insumos, como el acero para construcción, indispensables para la producción nacional y la generación de exportaciones.
“En línea con el impulso al sector privado que brindará la puesta en marcha del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), generará 360.000 toneladas anuales de acero para construcción y permitirá crear más de 300 puestos de trabajo directo de calidad y 3.500 indirectos en los sectores de la recolección de chatarra y la construcción, entre otros”, remarcaron desde la empresa.
Impacto
Cabe destacar que hace 50 años que no se construye una siderurgia integrada greenfield en el país. Esta representa un apoyo local a las cadenas de producción nacional, asegurando su abastecimiento. En este sentido, se construirá de manera íntegra tanto la etapa de acería como de laminación, permitiendo sustituir importaciones anuales y reforzar el impacto positivo en la balanza comercial por cerca de 350 millones de dólares anuales, a través de la sustitución de importaciones y el agregado de exportaciones.
El proyecto prevé incorporar tecnología de última generación que, por sus características incorporadas, se convertirá en una planta única en América Latina por sus altísimos estándares de calidad y eficiencia, y la más sustentable del mundo por su tecnología de cuidado ambiental (reciclado de chatarra, integración de producción y ahorro de energía), según precisaron.
Esto permitirá además recuperar inversiones en el corazón siderúrgico de nuestro país donde se podrá trabajar con la comunidad local para reactivar carreras universitarias y terciarias relacionadas con el sector. Así, se podrá capacitar a los jóvenes de hoy con la tecnología del mañana. Por su impacto económico, sus características tecnológicas únicas y la relevancia de las inversiones requeridas, este proyecto se convierte en una iniciativa estratégica para nuestro país.