Directivos de IEASA (ex Enarsa), la empresa estatal de energía, y funcionarios de la Secretaría de Energía acordaron con autoridades de YPFB una especie de cuarto intermedio hasta el 31 de marzo próximo, fecha en la que debería firmarse una nueva adenda anual (la sexta) al contrato original de importación de gas desde Bolivia suscripto en 2006.
En los hechos, y frente a la incapacidad de fijar nuevos parámetros comerciales que dejen conformes a ambos países, las partes convinieron que hasta fines de marzo YPFB enviará, bajo una cláusula de deliver or pay (DOP), un piso de 7,5 millones de metros cúbicos (MMm3/día) hacia nuestro país, según explicaron fuentes oficiales a EconoJournal. Es menos que los 8 MMm3/día comprometidos para el período de verano en la adenda que venció el 31 de diciembre, luego prorrogada hasta el 31 de enero de este año.
El principal contrapunto entre IEASA e YPFB se explica por la negativa de Bolivia a garantizar el envío de al menos 12 MMM3/día de gas durante los meses de invierno. La cifra es inferior a los 14 MMm3/día que estaban incluidos en la adenda anterior, pero es el mínimo que se necesita, en función de las proyecciones realizadas por Energía, para cubrir el suministro de gas natural de las provincias del centro y norte del país entre mayo y agosto.
Según la opinión extendida de consultores y directivos de empresas productoras, Bolivia enfrenta una declinación natural de sus principales yacimientos gasíferos. Por eso, no está dispuesta a sumir una DOP por el volumen que pretende la Argentina (es decir, pagar si entrega menos que esa cantidad). Por lo que la opción de las partes fue ganar tiempo hasta el 31 de marzo a la espera de contar, dentro de dos meses, con mayor nitidez en cuanto a la producción que tendrá disponible YPFB.
“Se llegó a un cuarto intermedio hasta el 31 de marzo en el que YPFB enviará 7,5 MMm3/día de gas hacia la Argentina. Con ese volumen más los 3 MMm3/día que se producen en la cuenca del Noroeste estamos cubiertos febrero y marzo”, admitió una fuente gubernamental.
Cortes
Del lado argentino hacen números y escenarios para proyectar cuán endeble estará el sistema energético local por la caída del gas que llegará desde el país del Altiplano. La menor disponibilidad de gas desde Bolivia se puede suplir, en lo que se refiere al funcionamiento del parque de generación de energía, mediante combustibles líquidos, siempre y cuando se robustezca la capacidad logística de Cammesa. Pero en cuanto al abastecimiento de gas por redes para hogares y grandes usuarios, la debilidad es manifiesta e irreversible en el corto plazo.
En reserva, las autoridades argentinas aceptan que si Bolivia envía menos de 10 MMm3/día de gas en invierno y se repiten bajas temperaturas la zona norte y centro del país, habrá que aplicar restricciones en el consumo de industrias por escasez del hidrocarburo.
“El problema es técnico. U durará hasta que no se amplíe la capacidad de transporte troncal para utilizar el gas de Vaca Muerta y se revierta el gasoducto norte no hay forma de cubrir la demanda de gas desde el norte de Córdoba, Tucumán y Salta con producción de la cuenca Neuquina. La capacidad de los gasoductos está topeada. Por eso es importante para nosotros que los envíos de gas desde YPFB no se derrumben”, explicaron fuentes oficiales consultadas por este medio.
Las cuentas, a esta altura, parecen estar claras: si el invierno es frío, lo más probable es que durante algunos días haya que aplicar cortes a industrias de esas provincias para evitar la caída del linepack del sistema.
3 Responses
Argentina debe facturar el delivery or pay, tal como lo ordena el contrato. La aplicación de la penalidad no es una opción del funcionario que administra el contrato. Es una obligación. Y es que no lo facturemos mientras debemos importar energía a precios históricamente altos
Cosas veredes, Jose Luis. Hablando de gasoductos… ¿no te parece una utopía la fecha que menciona el Secretario de Energía para que esté en funcionamiento el nuevo gasoducto para el invierno de 2.023???
Si. Me parece una utopía.