El arribo de los revestimientos metálicos de las partes fijas de las Unidades Generadoras 1 y 2 de la obra de ampliación y maquinización del Brazo Aña Cuá, que forma parte de la central hidroeléctrica argentino-paraguaya Yacyretá, se completará la próxima semana. Además, a fines de octubre comenzará el proceso de hormigonado masivo en el sector más hondo de la obra.
“Las primeras estructuras llegaron en 9 camiones de gran porte hace tres semanas, en las próximas horas llegarán tres carretones más y la semana que viene serán alrededor de 12”, señaló el gerente de Obras de Aña Cuá, Fabián Ríos, en diálogo con EconoJournal.
La central binacional ubicada entre las localidades de Ituzaingó, en la provincia de Corrientes y San Cosme y Damián, en Paraguay, genera un 45% de la energía hidroeléctrica total del país y posee 20 turbinas tipo Kaplan que permiten la conversión del recurso hídrico en energía eléctrica. Ahora, el equipamiento electromecánico está destinado a la construcción de tres nuevas turbinas, conformado por piezas de acero de más de 5 metros de altura y 12 metros de diámetro. Los materiales se fabricaron en marzo de este año en la planta de la compañía paraguaya CIE, la subcontratista de la alemana Voith, que se impuso en la licitación por la provisión de turbinas tras una polémica con IMPSA, la empresa capitalizada por el Estado, que había ofrecido su presupuesto en pesos pero extrañamente terminó perdiendo el concurso.
Hormigonado
Al respecto, el ex intendente de Corrientes explicó que “se trata de las partes de las nuevas turbinas que hay que ir montando junto al hormigonado, es decir que van embebidas en la estructura de hormigón armado de la sala de máquinas de Aña Cuá”.
Por otro lado, tal como destacó Ríos, “la etapa de excavación en piedra donde va instalada la nave de la central y la sala de máquinas está en un 99%, con lo cual, con 186 voladuras que permitieron alcanzar la cota necesaria, concluyó la detonación en esa instancia. Ahora seguiremos trabajando con explosivos en la etapa de obras civiles”.
Así, el arribo de las nuevas piezas y la finalización del proceso de excavación en piedra comprueba que la obra que ampliará la potencia instalada en 270 megawatts (MW) —Yacyretá está en el orden de los 3200 MW— avanza según el cronograma previsto con una ejecución del 20% del presupuesto de US$ 400 millones previsto originalmente.
Por último, pese a la circunstancia de la bajante histórica del río Paraná a causa de la escasez de precipitaciones que se mantienen desde el 2019 por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años, el gerente se mostró positivo: “La coyuntura es compleja para la generación de Yacyretá y el mercado eléctrico argentino. Sin embargo, para la obra de Aña Cuá no representó un problema. Además, a la fecha podemos ser un poco más optimistas porque hay más volumen de agua en las cuencas superiores. La recuperación del caudal no será inmediata, pero hay una tendencia creciente”.