Las centrales termoeléctricas están consumiendo desde hace una semana, cuando se empezaron a registrar bajas temperaturas en el área metropolitana de Buenos Aires, unos 15.000 metros cúbicos (m3) de gasoil por día, 3000 de fuel oil y otros tantos de carbón. Hasta que no ingrese en operación el barco regasificador de Excelerate en Bahía Blanca, previsto para fines de mayo, las usinas seguirán quemando combustibles líquidos porque la oferta de gas disponible en el sistema continúa por debajo de lo esperado, lejos de la previsión que hacían en la Secretaría de Energía a principios de año.
Por eso, Cammesa, la empresa que administra el despacho del paqrque de generación, salió esta semana a licitar la compra de cuatro cargamentos de 50.000 m3 de gasoil en el mercado internacional, según indicaron a EconoJournal dos traders sin contacto entre sí.
Las ofertas deberán presentarse el próximo martes 18 de mayo y los barcos de gasoil deberán empezar a arribar a partir de la segunda semana de junio.
La novedad adicional es que Cammesa también salió con un tender para traer del exterior un cargamento de fuel oil, porque no hay oferta disponible de ese combustible en el mercado local.
“La falta de gas (por el atraso en los planes de perforación en Neuquén a raíz del conflicto que paralizó la actividad durante casi todo abril) presiona al alza a la importación de combustibles líquidos porque hay que ir reponiendo los stock que se consumen”, explicaron en una generadora.
Sobrecostos en dólares
La situación tendrá un extra-costo importante para las arcas del Estado medido en divisas que deberán salir del país para pagar el combustible importado. Si la producción de gas no reacciona en junio o julio y el Estado debe seguir importando a razón de 4-6 cargamentos de líquidos para reemplazar las reservas de gasoil y fuel oil que se consumen, el impacto medido en subsidios será elevado.
Cada cargamento de gasoil cuesta unos US$ 25 millones. Por diferentes motivos, en las últimas tres semanas Cammesa salió a licitar ocho cargamentos de gasoil y uno de fuel oil. Fueron compras por unos US$ 200 millones que no estaban contempladas en la programación estacional que prepara la compañía mixta que administra el sector eléctrico.
La expectativa del gobierno es que con el ingreso de la terminal regasificadora de Bahía Blanca y un repunte de las temperaturas en la zona centro del país, el requerimiento de combustibles líquidos —mucho más caros que el gas natural— afloje.
Para el trimestre julio-septiembre, el más frío del año, se programó la importación de 150.000 m3 de gasoil. Es una cifra exigua si se la contrasta con el nivel de consumo actual de líquidos. Si las petroleras no cumplen con los volúmenes comprometidos en el Plan Gas Ar, como sucedió en mayo y seguramente suceda en junio, habrá que importar mucho más gasoil que el planificado.
2 Responses
Las empresas de producción de energía, gas y petróleo y sus derivados deben ser del estado, hay que confiscar las a todas. Han sido parte del saqueo que se hizo en el país durante varias décadas
Totalmente de acuerdo! Confiscarlas y azotar a sus dueños, directores y cuadros gerenciales! Y luego dárselas a los gremios y a los diputados que tan bien gerencian activos productivos. Y tomar muchas gente y crear cientos de puestos en las empresas, para bajar la desocupación. Y volver a Gas del Estado y a SEGBA. Retroceder 40 años y ganar soberanía!! Termo´s head!!