El próximo lunes comenzará a regir el nuevo aumento en las tarifas de gas. Las empresas recibirán una recomposición del 29%, en sintonía con lo que ya había anticipado el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui. Sin embargo, la novedad es que al usuario el incremento se le aplicará gradualmente. El cronograma oficial prevé un aumento de 10% en abril, otro 10% en mayo y el resto en junio. Ahora bien, las empresas cobrarán el 29% desde ahora y será el Estado el que se haga cargo de la diferencia hasta que el ajuste se aplique de manera plena.
El objetivo oficial es tratar de prorratear el impacto que tendrá el ajuste tarifario sobre el índice de inflación para no seguir echando leña en el medio de la campaña electoral, ya que para el primer trimestre se espera que el IPC arroje un incremento acumulado superior al 10%. El problema es que el marco regulatorio no contempla la posibilidad de aplicar en cuotas el habitual ajuste semestral. Por eso será el Estado a través del Tesoro quien se haga cargo de la diferencia entre lo que comiencen pagando los usuarios y lo que le corresponde percibir a las empresas.
Además, en los meses de junio, julio, agosto y septiembre los usuarios recibirán la tarifa con un descuento de 22%, descuento que luego deberán abonar en el verano. En octubre y noviembre la tarifa llegará plena y a partir de diciembre al consumo habitual se le sumará el 22% que no se había abonado en el invierno. Las empresas percibirán un interés por financiar a los usuarios, pero no serán los propios usuarios los encargados de pagar ese interés sino el Estado Nacional con recursos del Tesoro. Se estima que se tomará para el cálculo de los intereses la tasa pasiva del Banco Nación.
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Osea un chino. Son un desastre.