Sábado 16 de febrero. 22 horas. Un ejecutivo de una petrolera recibe un llamado telefónico desde un despacho oficial. Hay que interrumpir inmediatamente los envíos de gas hacia Methanex, al sur de Chile, le intiman del otro lado de la línea. La misma instrucción se repitió en las petroleras que extraen gas en la cuenca Austral, como Pan American Energy (PAE), Total, Wintershall y CGC.
La decisión cayó como un balde de agua fría en las empresas. No necesariamente por el corte de las exportaciones de gas —después de todo, se trata de contratos interrumpibles que autorizan al gobierno argentino a frenar los envíos del otro lado de la Cordillera en caso de que falte gas en la Argentina—, sino por lo abrupto del pedido y la aún precaria planificación del despacho que denota. En total, desde las primeras horas del domingo se dejó de exportar hasta 5,8 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) de gas al sur de Chile, la mayoría para la planta de Methanex cerca de Punta Arenas.
La semana pasada, frente a un pronóstico que anticipaba altas temperaturas en el área central del país, donde están emplazados los grandes centros urbanos, funcionarios del Estado habían acordado con las petroleras que, pese al aumento de la demanda eléctrica, no afectarían los contratos de exportación desde la cuenca Austral. Las centrales termoeléctricas consumirían combustibles líquidos (gasoil y fuel oil) para afrontar el pico de consumo de energía por el calor. Sin embargo, el sábado a la tarde Cammesa, la compañía mixta que administra el mercado eléctrico, informó a la Secretaría de Energía que no podía cumplir con esa promesa y que precisaba más gas para las centrales de generación. La premura oficial obligó al subsecretario de Hidrocarburos, Carlos Casares, a pedirles a las petroleras que frenen inmediatamente el despacho de gas hacia Chile.
Es la segunda vez que el gobierno ordena una interrupción desde que se reabrieron las exportaciones desde Santa Cruz y el offshore de Tierra del Fuego en septiembre del año pasado. La primera fue en noviembre, pero aquella vez se trató de un corte más ordenado. Este casi no dio tiempo de reacción y, desde la óptica de las empresas, provocó una erosión reputacional de la Argentina.
Uno de losobjetivos del gobierno es trabajar sobre la confianza con países vecinos como Chile, Uruguay y Brasil para empezar a reconstruir el mercado de exportación del hidrocarburo. La creación de un mercado regional es clave para desarrollar campos gasíferos en Vaca Muerta y en otras cuencas del país. Además, es un negocio que genera dólares que contribuyen a paliar la delicada restricción externa por la faltante de divisas en la economía local.
“Justo cuando estamos tratando de avanzar en esa dirección, nos ordenan sin previo aviso que cortemos la exportación. Fue muy difícil explicarle a nuestros clientes”, indicó a EconoJournal el gerente de Gas de una petrolera, bajo reserva de nombre. “Para peor, la restricción no terminó impactando positivamente en el sistema porque una de las plantas regasificadoras de TGS tuvo problemas”, agregó.
Para evitar que la situación se repita en el futuro el gobierno estudia la creación de un comité de exportación que esté abocado a la mejor planificación del despacho gasífero.
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Bien podrían haber evitado la medida con una modesta suba en la erogación de las hidráulicas del Comahue. Esta medida muestra falta de compromiso con la declamada política exportadora. Somos una máquina de auto infligirnos daño
Demasiado gre gre para decir Gregorio. Que de vueltas para decir que cortaron las Expo a chile porque CAMMESA necesitaba gas!