Toda historia de desarrollo profesional es, en el fondo, una historia de renuncias y sacrificios, de distancias y dedicación. La industria petrolera está plagada de ejemplos. Uno de ellos lo encarna el sanjuanino José Adaos, director de Nalco Champion, con quien conversamos en las oficinas de la empresa en Buenos Aires, en pleno Puerto Madero.

Recibido de ingeniero químico con apenas 24 años, a los 25 ingresó a Nalco cuando la compañía se llamaba así, a secas, mucho antes de que fuera absorbida por Ecolab y se fusionara con Champion. Dentro de la firma pasó más de dos décadas en Neuquén y recién hace dos años pudo reinstalarse en su San Juan natal, más allá de que sus funciones directivas demanden constantemente su presencia en suelo neuquino. «Cuando comencé a trabajar en Nalco puede decirse que pagué el ‘derecho de piso’ en Rincón de los Sauces. A los 10 meses me casé con mi novia y la traje a vivir conmigo. Estuvimos siete años y medio allí, y tuvimos tres hijos», recuerda.

Al pasar a manejar el área de Neuquén, Adaos se trasladó a esa ciudad junto con su familia. «Vivimos allí 20 años antes de volver a San Juan. Mi hija, que empezó a estudiar Medicina, entró en la Universidad Católica de Cuyo de San Juan, mientras que mi hijo, que tiene 18 y acaba de terminar el secundario, se irá a estudiar Marketing a Kansas, Estados Unidos, aunque también jugará al fútbol, que es su verdadero sueño», resume.

Hay un paralelismo fuerte, reconoce, entre la ida de su hijo futbolista y su propia experiencia en Rincón de los Sauces. «Cuando cuento que se va a Estados Unidos todos tienden a pensar que lo hace para estudiar algo relacionado con el petróleo en Texas, pero la verdad es que eso no es lo suyo. Se inscribió por su cuenta en un programa de visitas de entrenadores de universidades norteamericanas, quienes vienen a ver a futbolistas al país. Buscan gente que quiera estudiar allá y que además sepa jugar al fútbol. Mi hijo vino a probarse a Buenos Aires, al Tigre, y consiguió cinco ofertas de becas. Incluso en la prueba se encontró con un compañero suyo en Alianza Petrolera de Cutral Có, con quien ya jugó en el campeonato de Neuquén y ahora jugará en Estados Unidos», comenta.

De las cinco propuestas universitarias, acota Adaos, primó la de McPherson, a 20 minutos de Wichita, la ciudad más grande de Kansas. «La madre, por supuesto, tiene el corazón partido. No quiere hablar mucho del tema y me pide que lo maneje yo. Pero bueno, pronto va a llegar el momento en que tenga que despedirlo», se resigna.

Y aquí llega el paralelismo antes citado. «A él le dije que no puede volver antes de los 10 meses. En realidad, sería mejor si no vuelve antes del año. Se lo expliqué claramente: no es que no quiera verlo, sino que se la tiene que aguantar. Si viene antes significa que no se la aguantó. Es lo mismo que me dijo mi papá cuando me fui a trabajar a Rincón», compara.

Por aquella época, evoca, anhelaba volverse a San Juan cada fin de semana. «Hasta que un día mi papá me dijo: ‘Quiero que vengas, pero no le hace bien a tu mamá y creo que a vos tampoco’. Tenía razón», asegura.

Soluciones en conjunto

Como todas las compañías proveedoras de servicios relacionados con la industria nacional de Oil & Gas, Nalco Champion se encuentra saliendo de una situación turbulenta. Así lo admite Adaos, quien asegura que el sector suele presentar vaivenes, por lo que resulta clave aprovechar los buenos momentos. «Cuando se está en bajada, en cambio, uno tiene que ser lo más creativo posible. En verdad, ahora estamos saliendo de una situación que no es tan crítica para nosotros. Lo que más nos afectó fue la reducción en las ventas, pero también pudimos hacer sinergias internas que nos permitieron mantener, de alguna forma, la rentabilidad. Y en conjunto con los clientes pudimos obtener algunos avances significativos en la división de Upstream, que es la que manejo», destaca.

Los clientes, remarca, se vieron ineludiblemente afectados por la crisis. «Son los primeros que recortan los presupuestos. Y cuando ellos tienen problemas, los tenemos también nosotros. Por eso decidimos trabajar en conjunto, ver de qué forma ayudarlos, desarrollar tecnologías específicas y adaptar nuestra estructura para proveerles soluciones a medida», explica.

Es vital para Nalco Champion, indica, trabajar impactando positivamente el lifting cost del cliente. «Nosotros debemos generar valor en eso. De nada sirve tener una estructura y proveer soluciones químicas si no bajamos el lifting cost. Con esa certeza, nos reorganizamos internamente, establecimos nuestras prioridades y pudimos sortear la crisis. Así, renegociamos contratos con dos compañías fundamentales como YPF y Pan American Energy (PAE), y gracias a Dios también estamos trabajando para otras firmas nacionales e internacionales», subraya.

Un caso a destacar, ejemplifica, fue el desarrollo interno de la base logística de Añelo, a tono con la paulatina expansión del negocio no convencional. «Teníamos un sistema logístico y bases operativas en distintas localidades como Pilar, Neuquén, Catriel, Rincón de los Sauces y Añelo. Frente a la nueva realidad del mercado, decidimos hacer sinergia y centralizar nuestra gestión en el corazón de Vaca Muerta», comenta.

Por otro lado, añade, la creciente incidencia del gas –que en su momento fue fruto de la baja del precio del crudo– llevó a la empresa a desarrollar tecnologías de espumantes, principalmente con YPF. «Adaptamos las soluciones que teníamos para mantener los pozos en producción una mayor cantidad de tiempo. Eso redundó en un incremento productivo sin elevar demasiado los costos», detalla.

En la misma frecuencia, Nalco Champion rediseñó tecnologías para mejorar la inyectividad de agua en los sistemas. «Nos enfocamos en los yacimientos locales que dependen de la recuperación secundaria y precisan bajar los costos energía o inyectar más agua con el mismo consumo energético», completa.

¿Cuál es la participación de los hidrocarburos no convencionales en el negocio de la firma?, preguntamos a Adaos.

Hoy el aporte no convencional, sobre todo en producción, está en torno al 20% de nuestro negocio. No obstante, ese porcentaje no es directamente proporcional a los demandantes requerimientos del mercado. Por eso consideramos importante desarrollar nuevas tecnologías ahora para estar preparados en el momento de que llegue el gran desarrollo sectorial.

Nuestro grupo tecnológico se apoya en toda la experiencia registrada en Estados Unidos. Tenemos gente enfocada tanto en el segmento convencional como en el no convencional. En el primer ámbito, buscamos ayudar a nuestros clientes a bajar el lifting cost. En el segundo, queremos proveer soluciones químicas que sean eficientes en la etapa de exploración y aumenten la productividad en la posterior fase de desarrollo.

¿Dónde se aplican las soluciones químicas que diseñan?

En el negocio convencional se aplican en todo lo que es producción y Midstream; es decir, el transporte, además de las plantas de tratamiento de agua, las plantas de tratamiento de crudo y de sistemas de inyección. Lo mismo ocurre en el ámbito no convencional.

Contamos con una división, llamada ‘WellChem’, que se dedica específicamente a proveer soluciones químicas para el tratamiento del agua de fractura.

El flowback es un área donde tenemos mucho por crecer. Nosotros fuimos pioneros en el tratamiento de esa clase de agua con unidades móviles. De hecho, trabajamos en la materia con G&P del Neuquén, Shell e YPF (en este último caso, dentro de sus instalaciones).

¿Qué características tiene la inversión en la base operativa de Añelo?

Se trata de una base que está en un predio de 4 hectáreas (Has) dentro del parque industrial, justo enfrente de la planta de tratamiento de crudo de Loma Campana. Nuestra inversión inicial fue de u$s 2 millones. Y en una siguiente instancia, que está en el proceso final de aprobación interna, podríamos desembolsar una cifra similar.

El de Añelo es un proyecto que se ideó en función de dos fases. La primera se completó con el montaje de la base operativa, incluyendo todo el estacionamiento de camiones, el bombeo, la gente que trabaja en el campo, oficinas, laboratorios de calidad y de seguimiento técnico, y el almacenamiento de químicos. Nuestra capacidad allí es de 700 toneladas (Tn), pero ese volumen puede llegar a las 2.000 Tn sin ningún problema.

Para la segunda fase, en tanto, tenemos previsto montar una planta de productos químicos. Todo dependerá, claro, de la envergadura que tome el mercado. La intención es optimizar los costos, teniendo en cuenta que si hasta hoy fabricábamos algo en Pilar, por ejemplo, debíamos trasladarlo al lugar de implementación.

¿Qué expectativas suscita el desarrollo a gran escala de Vaca Muerta?

El panorama que vislumbramos es alentador. Es difícil hacer una estimación precisa, pero para 2022, cuando haya una masa crítica de producción en Vaca Muerta, creemos que tranquilamente podremos duplicar nuestro nivel de actividad.

¿Qué distingue a Nalco Champion de otras proveedoras de servicios?

Para nosotros es fundamental el concepto de ‘valor agregado’. Apuntamos a entender las necesidades más importantes de nuestros clientes para ofrecerles soluciones químicas que impacten en el lifting cost y tecnologías que favorezcan la reducción de los costos totales de operación en los proyectos.

No nos sentimos cómodos si no aportamos valor agregado. Sabemos que es imposible mantener negocios sustentables sin la generación de valor, ya sea a través del ahorro de costos, el aumento de la eficiencia o el incremento de la vida útil de los pozos.

Cada yacimiento presenta necesidades diferentes. Con nuestros sistemas de inyección de agua, por ejemplo, hemos podido reducir los costos de consumo de energía entre un 10% y un 15%. En otros campos, asimismo, disminuimos los índices de intervención entre un 20% y un 30% en promedio.

También hemos logrado triplicar o cuadruplicar producciones de nuestros clientes. En un área de Añelo, de hecho, promovimos incrementos de producción cercanos a los u$s 35 millones. ×

Alcance local y gobal

Con más de 50 años de presencia en la Argentina, Nalco Champion concentra un 80% de su actividad en Neuquén, pero también posee bases en la Cuenca del Golfo San Jorge (Comodoro Rivadavia), Mendoza (Mendoza capital y Malargüe) y la Cuenca Austral (Río Gallegos).

El cargo regional que ejerce Adaos concierne a la relación con las operadoras nacionales, tanto en la Argentina como en Brasil. En suelo brasileño, por caso, se aboca específicamente a Petrobras.

«Nuestro foco de atención como compañía está dividido entre las empresas multinacionales y las locales. Tratamos de adaptarnos a sus distintos modelos de negocios. Esto es clave para proveer soluciones más ágilmente a cada tipo de organización en función de variables como la estandarización, los procesos o los soportes», explica.

En el plano local, puntualiza, no hay dudas de que el motor de la actividad pasará por los recursos no convencionales, sobre todo a partir de 2022. «Somos muy conscientes de que ser pioneros en este terreno nos otorga una ventaja competitiva fundamental. Y tenemos identificadas a las firmas nacionales de servicios con las que podemos hacer aportes de soluciones integradas», afirma.

En ese sentido, revela el directivo, Nalco Champion ya selló asociaciones estratégicas con algunas de ellas. «Tal es el caso de Falmet (que fabricó una planta móvil que operamos en conjunto) y de Ingeniería Sima. La idea es seguir buscando socios para robustecer la oferta al cliente final de servicios integrales», concluye.