WALTER LANOSA estaba instalado cómodamente en París, en una encumbrada posición dentro del negocio de lubricantes de la petrolera francesa Total, cuando una inesperada confesión alteró el escenario familiar. Su hijo mayor, que estaba estudiando el año de ingreso a la Sorbona, tal vez la universidad con mayor prestigio histórico del planeta, quería regresar a Buenos Aires para cursar su carrera universitaria en la Argentina, y no en Francia como estaba previsto. Ese disparador motivó el retorno de todo el grupo familiar, y en enero de 2012, Lanosa asumió como gerente general de Genneia, el principal jugador del negocio de energías renovables en el país.
El ejecutivo, recibido como abogado en la UBA, ponderó también la posibilidad de aprovechar el despegue de las tecnologías alternativas de generación de energía en el país. La desidia gubernamental de la gestión anterior y los magros precios relativos de la energía durante el kirchnerismo provocaron que el sector de las energías verdes demorara cinco años para comenzar a girar a la velocidad esperada. Ese traspié inicial no lo desanimó. Está acostumbrado a trabajar en entornos complejos e inestables. En los seis años en que estuvo radicado en París, fue director de Estrategia de Marketing para África y Medio Oriente de Total, en plena explosión de la Primavera Árabe. «La compañía nos preparaba bastante en seguridad, dado que tuvimos varias personas y barcos secuestrados en Argelia, Libia y Egipto», asegura en diálogo con Revista TRAMA.
En algún punto, esa coyuntura adversa lo entrenó para lidiar con los avatares cotidianos que demanda la gestión de una empresa en la Argentina. Hincha fanático de River –pese a que la compañía tiene un palco en el Monumental, él prefiere ir con sus hijos a la exigente platea San Martín–, el club de Núñez fue un factor extra que también incidió en su regreso. Esas emociones cotidianas que le depara su equipo en Europa no se consiguen.
Lanosa señala que, durante la gestión anterior, llegó a haber un problema de seguridad energética, y elogia la gestión que está llevando adelante el ministro de Energía, Juan José Aranguren, para revertir esa situación. «Fue efectivo el modo en que se atacó la crisis, por lo cual creo que para 2019 se lograrán estándares de calidad de mejor nivel para todos los usuarios», destaca. Sin embargo, propone una mayor planificación de la industria, que involucre a una mayor cantidad de gente, no sólo del sector público sino también del privado. «Estos dos años podrían haber sido acompañados por un trabajo multienergético, multipartidario y con participación de ONG», advierte el gerente general de Genneia, que cuenta con proyectos eléctricos en funcionamiento y en construcción (tanto centrales térmicas como renovables), por una potencia total de 1.200 megawatt (Mw).
LA VISIÓN DE LA COMPAÑÍA ES MANTENER UNA CUOTA RELEVANTE DEL MERCADO DE ENERGÍAS RENOVABLES, POR ENCIMA DEL 15%.
¿Qué ventajas implicó haber ingresado primero al mercado de las energías renovables?
No creo que sea muy diferente de las ventajas que toma un líder de mercado en cuanto se desarrolla una actividad. En el caso de las renovables, haber desarrollado el Parque de Rawson nos ha permitido entender que la construcción y la operación son lo que seguramente aprenderán quienes están llegando al país. Por un lado, cuando tienen que hacerse inversiones de esta envergadura, las complejidades en materia de infraestructura que presenta la Argentina están relacionadas con la logística. La particularidad del eólico es transportar aspas de molinos de 45 a 65 metros por varios kilómetros. Por otro lado, se debe mejorar la burocracia en el comercio exterior, como en el ingreso de equipos. Y lo mismo en la fase siguiente, una vez que construiste y cumpliste con tu programa de inversión: se debe operar en condiciones de excelencia. En eólico, nuestra fortaleza es leer hacia dónde va la industria y dónde van a estar los cuellos de botella en las fases constructiva y operativa.
¿Qué mejoras lograron en términos operativos?
Para hablar de excelencia operativa, hago el paralelismo con la compañía de generación térmica. Cuando nació, la empresa decidió tercerizar la operación y el mantenimiento de sus centrales. Al poco tiempo, empezamos a desarrollar una operación propia, y hoy pasamos de un factor de disponibilidad de equipos del 90% al 98,5% en térmico. Ahora traslado ese ejemplo a la actividad eólica: hoy, manteniendo la misma estructura de O&M que teníamos en el inicio de operaciones, junto con el tecnólogo que nos provee el servicio hemos mejorado la performance a partir de aprender cómo queremos que se hagan la operación y el mantenimiento. A partir de eso, facturamos más porque el equipo estará en mejor condición de despacho.
NO HAY MUCHO MÁS ESPACIO PARA QUE EL MINISTERIO DE ENERGÍA SIGA LICITANDO (CENTRALES TÉRMICAS O RENOVABLES). PUEDE HABER UN RENOVAR 3.0 PARA CUBRIR LA DEMANDA AL 20% EN 2025 Y PARA GARANTIZAR EL DESARROLLO DE CONTENIDO LOCAL, PERO NO ESPERO UN CUARTO.
¿Con qué potencia instalada cuentan y cuánto tienen adjudicado?
Genneia tiene centrales térmicas por 650 Mw instalados. Son unas siete centrales que van entre los 20 y los 50 Mw, instaladas bajo la Resolución 220/2007 de la Secretaría de Energía. Asimismo, el año pasado nos adjudicaron, mediante licitación de la Resolución 21 del Ministerio, una ampliación de nuestra central de Bragado, por 120 Mw, que ya está operativa. Fue la primera central de esa resolución en entrar en operación comercial, y la segunda fase incluso se inició con un mes de anticipación. Por otro lado, este año compramos las actividades que tenía Cruz Petróleo Tucumán, la central térmica en Quebracho, de 240 Mw. Además, tenemos dos pequeñas centrales en la cordillera de Chubut, en un esquema aislado, que trabajan para la Dirección General de Servicios Públicos de la provincia.
En la parte eólica, contamos con el Parque Rawson, de 80 Mw, que se construyó con la primera fase del Programa Genren (Generación de Renovables, lanzado por el gobierno anterior). En los próximos días, habilitaremos su extensión para llevarlo a 100Mw, vinculados directamente a contratos con otros usuarios. De hecho, ya firmamos con Loma Negra por veinte años, lo que cubre el 60% de la nueva capacidad instalada. Quedaría por vender el 40% restante, que son 24 Mw. También en los próximos días, cerraremos la compra de Loma Blanca 4, el viejo parque que hizo Isolux, que cuenta con 50 Mw, lo cual nos llevaría a 150 Mw. A eso hay que sumarle el parque de Madryn, por 220 Mw, que tenemos en construcción. En la misma zona, Chubut Norte, con 20 Mw. En la provincia de Buenos Aires, el parque de Villa Lorca, por 50 Mw, y Necochea, asociado al 50% con Central de la Costa, de 38 Mw. Finalmente, sumaremos 100 Mw en Río Negro.
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¿Qué esquema tienen armado para volcar recursos a la construcción?
El enfoque es pragmático. Hoy existen tres grandes dificultades para este tipo de proyectos. La primera, tener acceso al crédito. La segunda, conocer el terreno y el aspecto logístico. Y la tercera, los recursos humanos. En materia de energías renovables, la Argentina no cuenta con muchos profesionales. La compañía, desde hace un tiempo, viene haciendo una fuerte incorporación de egresados con estudios terciarios, técnicos y universitarios, para tener un plantel propio que permita la dirección de las obras. En el último año, incorporamos casi cien empleados propios, de los cuales 85 son ingenieros o técnicos, y el resto, del área administrativa. Hoy somos 330 personas.
¿El objetivo es mantener un balanceo medio entre térmico y renovable, o el crecimiento en renovable será mayor?
El balanceo entre energía térmica y renovable dependerá mucho de la necesidad del mercado, si es que priman la eficiencia y la competencia de precios en función del costo de energía. Si me pregunta si este país resiste tener una política 100% renovable porque queremos ser «verdes», le digo que eso podría ser en uno donde sobraran los recursos económicos. En otro que quiere mejorar la industria y la calidad de vida de sus habitantes, me parece que se irá hacia un sistema donde quien tenga la capacidad de vender la energía más barata seguramente será llamado a despachar. En este contexto, las energías renovables pueden tener una cuota importante, pero lo central depende de la estrategia de la Argentina a la hora de cómo desarrollar su gas: si compite internacionalmente o si es subsidiado indirectamente para tener autoabastecimiento. Suponiendo que se dejara librado todo al valor de mercado, en un contexto de competencia las renovables están en condiciones de complementariedad necesaria para ese sistema. Las renovables no son hoy una herramienta única en un sistema como el argentino, donde hay tanta distancia y un consumo concentrado en los lugares de producción.
Por eso, se necesita seguridad energética, sin la cual el concepto de eficiencia es riesgoso. Cualquiera sea el gobierno de turno, hay un vasto espacio para el desarrollo de energía renovable. En ese sentido, la visión de la compañía es mantener una cuota relevante de ese mercado, por encima del 15%. Si hay mercado a término de nueva energía, vamos a participar.
Si hay una licitación de centrales de ciclos combinados, ¿evalúan participar?
Si hay una justificación técnica para que haya una inversión en un ciclo combinado, lo vamos a evaluar. Somos pragmáticos. La demanda naturalmente define la oferta. Hoy la Argentina necesita ciclos. Hay mucha energía térmica en el mercado sin razón de ser respecto de la eficiencia.
Firmaron un contrato entre privados con Loma Negra. ¿Cómo puede crecer ese mercado?
El mercado va a depender de la eficiencia. Naturalmente, va a haber una relación entre generador y grandes usuarios. Dentro de ese concepto, me parece que las renovables tendrán cabida. La sanción de la Ley de Energías Renovables estableció un incentivo punitivo para obligar a los grandes usuarios, pero para que haya una sanción tiene que haber oferta, y la razón por la que se demoró todo el programa de venta al beneficiario es porque no la hay. La penalidad, que está implícita, es que quien compre tendrá que comprar proporcionalmente sin ningún tipo de penalidad. Hoy, lo central es asegurar que, en los próximos 10 y 20 años, tendremos determinado volumen de energía. Para comprarlo, quiero que sea un precio competitivo referente del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Estamos haciendo ofertas en el área de las energías renovables que son competitivas. Para poder hacer estas obras, deben respetarse y cumplirse contratos y garantías establecidas a largo plazo. El problema más grande del sector para estabilizarse es que todavía no se visibiliza cuándo se normalizará.
¿Cuánto puede durar este período de transición?
En 2018 creo que va a producirse el debate sobre qué pasará con los precios de los combustibles para el mercado mayorista (para el segmento de generación). Es una discusión que no puede esperar más. No hay mucho más espacio para que el Ministerio de Energía siga licitando (centrales térmicas o renovables). Puede haber un RenovAr 3.0 para cubrir la demanda al 20% en 2025 y para garantizar el desarrollo de contenido local, pero no espero un cuarto.
¿Pueden seguir bajando los precios de la energía generada con renovables?
Las herramientas para determinar el riesgo de un proyecto son, por un lado, el acceso al crédito y el costo de los «fierros», y por otro, el respeto de los contratos. Ambos factores, si no hay cambios a nivel global, en la Argentina deberían bajar por riesgo implícito. En cuanto al Capex necesario para el solar y el eólico, ya hubo una baja importante del costo del Mw, que es el resultado de mejoras en el rendimiento, por lo que los costos de inversión son estables o a la baja. ×
La importancia de cumplir los contratos
¿Le preocupa que en el programa RenovAr haya jugadores con poca experiencia?
En Genneia nos preocupa el grado de seriedad con los cuales se aplican los compromisos asumidos. Si establecen una multa por no cumplir en tiempo y forma la fecha de despacho comercial, en mis cuentas asumo que la voy a pagar. Es nuestra manera de trabajo. Lo que se necesita es que se vayan aplicando los contratos. Implica sancionar a los que no cumplieron. En RenovAr, aumentar las garantías de caución si se caen los plazos es una señal de seriedad que debe tomar el Gobierno, y el mercado lo seguirá.
En la resolución 21, ganamos proyectos por 120 Mw. En la segunda parte de las obras, entramos un mes antes, pero en la primera estamos en discusión por unos días. Nuestra visión es que se aplica el caso de fuerza mayor, y la de Cammesa, que no corresponde. Si alguien determina que la cláusula de fuerza mayor no aplica, Genneia pagará lo estipulado.