La industria petrolera en su conjunto invertirá este año US$ 6.517 millones, según datos del Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren. La cifra es inferior a los US$ 7.325 millones que desembolsaron las compañías el año pasado y acentúa la tendencia negativa que comenzó en 2015, cuando la inversión alcanzó los US$ 8.680 millones. Esto significa que en los últimos dos años, la inversión en el sector de los hidrocarburos sufrió una caída del 24,9%.
Con US$ 3.060 millones, YPF continúa siendo por lejos la petrolera que más invierte en el país. La sigue Pan American Energy (PAE), con una inversión de US$ 1.051 millones. El cuadro de las principales inversoras se completa con Total (US$ 618 millones), Enap Sipetrol (US$ 303 millones) y Pluspetrol (US$ 185 millones).
Pese a liderar claramente el mercado, la caída de la inversión de la petrolera bajo control estatal fue superior al promedio del sector. Durante 2016 YPF invirtió US$ 3681 millones, casi 17% más de lo previsto para este año.
El caso de PAE es inverso al de YPF: la petrolera de la familia Bulgheroni, BP y la china Cnooc tiene previsto invertir este año US$ 88 millones más que el año pasado (US$ 963 millones). La caída más abrupta de inversión se dio en Petrobas, que pasó de US$ 313 millones en 2016 a US$ 150 millones para este año. De esta manera, la empresa de Marcelo Mindlin cayó del 4º al 7º lugar en el ranking de inversión local de los hidrocarburos.
En lo que respecta a la explotación convencional, la caída de la inversión fue aún mayor con respecto al año pasado. En total, las empresas desembolsarán US$ 3546 millones, lo que representa un 22% menos con respecto a 2016.
En tanto que en el caso de la explotación no convencional, la inversión prevista registra apenas un leve descenso para este año. Llegará a los US$ 2.971 millones, 7% menos que 2016. Como consecuencia de este fenómeno, la producción no convencional pasó a ganar terreno en el plan de inversiones de las compañías petroleras. Si el año pasado representaban un 38% de la inversión total, este año alcanzará un 45%.
A partir de este cambio de tendencia, hay provincias que sufrirán más que otras esta caída de la inversión. Por ejemplo, Santa Cruz aparece como la más damnificada, ya que recibirá US$ 853 millones, un 19% menos que el año pasado y un 36,3% en comparación con el 2015. YPF será, con US$ 341 millones, la que lidere el ranking en la provincia gobernada por Alicia Kirchner. Pero desembolsará un 59% menos que el año pasado.
En tanto, Enap Sipetrol invertirá este año en dicha provincia US$ 282 millones, lo que representa un 32% más que en 2016. El podio se completa con Sinopec (US$ 122 millones, -33% que en 2016).
En Chubut, la caída fue mucho menos pronunciada. La inversión prevista para este año es de US$ 1.042 millones, apenas un 3,5% con respecto a 2016. Sin embargo, el descenso se hizo sentir justamente el año pasado, ya que las petroleras invirtieron en 2016 un 31,66% menos que el año anterior. PAE continúa siendo la mayor inversora en la provincia gobernada por Mario Das Neves. Para este año tiene previsto desembolsar US$ 677 millones, un 5% más que el año pasado. Le siguen YPF con US$ 206 millones (-24% en comparación con 2016) y Capsa con US$ 78 millones, prácticamente lo mismo que invirtió el año pasado.
La provincia de Neuquén, gracias al yacimiento no convencional Vaca Muerta, salió airosa de la caída general. La inversión prevista para este año es de US$ 3511 millones, apenas 2,6% menos con respecto a 2016. Pero en la producción de los yacimientos convencionales el descenso fue abrupto: hubo un 45,30% menos de inversiones que en 2016. Claro que la caída fue compensada con los desembolsos generados para la producción de no convencionales. Allí se produjo una suba de casi el 12%. Con US$ 2076 millones, YPF llevará adelante las mayores inversiones, aunque en menor medida que el año pasado, cuando desembolsó US$ 2.177 millones. La mayor parte la destinará a la explotación no convencional, con US$ 1737 millones. Un 11% más que el año pasado. En tanto que en la explotación no convencional invertirá US$ 339 millones, 46% menos que durante 2016.