En el circuito que sigue la evolución del segmento de M&A en el mercado argentino, la eventual venta de la participación de YPF en Metrogas ocupa un lugar destacado. Se trata de la mayor distribuidora de gas de la Argentina y su capitalización de mercado aún está deprimida después de años de congelamiento de las tarifas residenciales en los gobiernos kirchneristas.
Por instrucción del Enargas, YPF deberá ceder el control del Enargas a fin de respetar lo establecido por la Ley 24.076, que prohíbe que un productor de gas tenga mayoría accionaria en una distribuidora. Sin embargo, el ente regulador no fijó un plazo específico para que la petrolera desinvierta su participación. Fuentes del mercado incluso dejaron entrever que la operación podría concretarse recién en 2018.
La reducción de la participación accionaria de YPF en Metrogas se imbrica, a su vez, con la todavía delicada situación financiera de la distribuidora, que cerró 2016 con un patrimonio neto negativo de $ 1.312 millones como consecuencia con terceros. Precisamente por ese punto, Metrogas contrató a una consultora local manejada por ejecutivos ex McKinsey para realizar una revaluación integral de los activos de la compañía. Es uno de las consecuencias de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) concluida a fines de marzo de este año. El proceso obliga a todas las concesionarias gasíferas –transportistas y distribuidoras- a presentar en el ente una nueva valoración de sus activos en caso de presentar un balance en rojo. “La contratación de esta consultora no está relacionado con una eventual venta de la empresa. Es una obligación que se desprende de la RTI”, indicaron a EconoJournal allegados a YPF.
Pese a eso y en forma complementaria, fuentes del mercado gasífero advirtieron que la valuación a cargo de la consultora de la ex McKinsey también servirá para calcular un primer precio de venta de Metrogas. La contratación fue impulsada por Marcos Browne, vicepresidente de Gas y Energía de YPF, uno de los ejecutivos al frente de la estrategia de mediano plazo de Metrogas. El otro es Luis Sas, que ingresó en junio a la petrolera como gerente de M&A para viabilizar alternativas de desinversión en Metrogas y en otras empresas participadas de YPF como las petroquímicas Profertil o Mega. Sobre ambos flota la figura de Daniel González, CFO de YPF y uno de los ejecutivos con mayor ascendencia dentro del managment de la empresa.
En ese marco, un encumbrado ejecutivo del sector, que pidió la reserva de nombre, indicó a EconoJournal que YPF no pretende desprenderse –al menos no en una primera operación- toda su participación en Metrogas. La petrolera es dueña de la totalidad de las GASA, propietaria del 70% de la compañía gasífera y por consiguiente, su sociedad controlante. “Sólo venderá un porcentaje para cumplir con el mandato del Enargas, que la intimó a ceder el control de Metrogas”, explicó.
En la compañía que preside Miguel Ángel Gutiérrez creen que la capitalización de mercado de Metrogas aún está subvalorada. La acción de la empresa en la Bolsa porteña navegaba en torno a los $ 7 cuando asumió el presidente Mauricio Macri, a fines de 2015. A partir del fuerte incremento de las tarifas de gas para hogares aplicado por el Ejecutivo, el papel de Metrogas triplicó su valor (hoy cotiza en $ 21), pero en YPF entienden que el precio seguirá subiendo a medida que se materialicen los aumentos tarifarios –dos por año hasta fines de 2019- anunciados por el Gobierno. De ahí que en la petrolera no tengan apuro en concretar una venta parcial o total de su participación. Lo que sí está definido es que cuando llegue ese momento YPF contratará a un banco de inversión para que lidere el proceso de desinversión. Una negociación “uno a uno” con algún inversor interesado no figura entre las preferencias de Gutiérrez. Se realizará un proceso similar al que lanzó la petrolera este año para vender un porcentaje de su capital accionaria en YPF Energía Eléctrica, otra de sus subsidiarias. Para ese caso se contrató al banco Lazard.