Las templadas temperaturas registradas durante casi todo el mes –fue uno de los mayo menos frío de los últimos 10 años- y la decisión del Gobierno de eliminar el cupo obligatorio en la compra de fuel oil por parte del Estado para las usinas eléctricas provocó una virtual parálisis de la producción de petróleo en la cuenca del Noroeste, un polo histórico en cuanto a la extracción de hidrocarburos aunque con cada vez menos participación en el mercado local.
Sucede que al no faltar gas para las centrales térmicas por el menor consumo residencial –recién esta semana se empezó a sentir el frío en los grandes centros urbanos de la zona centro del país-, el Ministerio de Energía no tuvo necesidad de recurrir a la compra de fuel oil para abastecer a las centrales térmicas.
Por consiguiente, los despachos del combustible líquido de Cammesa, la compañía mixta controlada por el Estado que administra el mercado eléctrico mayorista, al parque de generación durante mayo se redujeron significativamente con relación al mismo mes del año pasado. Según estimaciones privadas, las ventas de fuel oil a Cammesa cayeron más de un 60% en el bimestre abril-mayo de 2017 contra el mismo período de 2016.
Esa situación estructural impactó en todas las empresas refinadoras, en las grandes como YPF, Shell y Axion, pero más en las pequeñas como Refinor, que controla la única refinaría emplazadas en el norte del país. La compañía –que es propiedad de Pampa Energía (ex Petrobras), Pluspetrol e YPF- se vio obligada a casi suspender la compra de crudo a los productores de la cuenca del Noroeste –como Pan American Energy (PAE), Tecpetrol, Madalena Energy, JHP y President Energy, entre otras- porque su capacidad de almacenamiento de fuel oil está al tope.
“Como Cammesa cortó la compra de fuel oil, no podemos seguir refinando petróleo porque no disponemos de capacidad de acopio para stockearlo. Y por una cuestión de costos logísticos, dado que otros potenciales clientes están en la zona centro del país, donde no somos competitivos, no podemos colocar el producto en ningún otro mercado”, admitieron allegados a Refinor ante la consulta de EconoJournal.
El cuadro actual no sólo es producto de las temperaturas benévolas registradas en este otoño. También incide la decisión del Ministerio de Energía de eliminar la asignación de un cupo obligatorio de compra de fuel oil para cada refinadora. Hasta el año pasado, la cartera que dirige Juan José Aranguren trazaba, antes del invierno, un mapa tentativo de compra para repartir la cuota de fuel oil entre todas las petroleras. También pagaba un precio diferencial superior a los US$ 700 por tonelada para incentivar, de manera indirecta, la producción local de crudo en los yacimientos argentinos en un período de baja de precio internacional del barril. Esas dos intervenciones perdieron vigencia este año. El fuel oil que compra el Estado se paga hoy en torno a los 400 dólares, un 40% menos que el año pasado. Y Cammesa ya no está obligada a adquirir fuel oil de antemano. Sale a comprar sólo cuando falta gas en las centrales eléctricas. “Fue una decisión para recuperar una mayor competencia entre las petroleras. No tiene sentido seguir subsidiando la refinación de fuel oil cuando hay gas suficiente para las usinas”, indicaron fuentes cercanas a Energía.
La cuenca del Noroeste aporta una ínfima porción de la oferta de crudo a nivel nacional. Son alrededor de 1100 metros cúbicos diarios (m3/d), según datos del IAPG, apenas un 1,4% de la producción total del país (77.000 metros cúbicos diarios). Sin embargo, para Salta y Jujuy el impacto es fuerte, en especial para la provincia gobernada por Juan Manuel Urtubey, que no sólo pierde en ingresos por regalías (se pagan sobre los volúmenes extraídos de crudo), sino también por la crisis de Refinor, la única refinería del norte del país, que es uno de los mayores puntos industriales de Salta.
La venta de fuel oil para generación eléctrica es un negocio importante para la refinería salteña. “Tienen un problema adicional que es el fuel oil que procesa Refinor es de tipo parafinado, que sólo puede ser utilizado en la central térmica de Luján de Cuyo”, precisó un ejecutivo del sector eléctrico.
Frente a ese contexto, el propio Urtubey inició gestiones con la Casa Rosada para destrabar el conflicto. Ayer, directivos de Refinor fueron recibidos por Marcos Porteau, subsecretario de Exploración y Producción del Ministerio de Energía, para buscar una solución. Se estima que la llegada del frío, que disparó el consumo de gas en hogares, reactivará las compras de fuel oil por parte de Cammmesa.