El ex ministro de Energía Juan José Aranguren; el presidente del CEARE, Raúl Bertero; y el vicepresidente para Latinoamérica de Rystad Energy, Ernesto Díaz; analizaron en la última emisión de Dínamo, el streaming de EconoJournal, el fallo de la jueza Loretta Preska que ordenó al Estado argentino transferir las acciones que posee en YPF a los fondos Burford Capital y Eton Park, , la crisis de abastecimiento de gas de los últimos días y el acceso al financiamiento que consiguieron las empresas socias del proyecto Vaca Muerta Sur (VMOS).
El ejecutivo de Rystad Energy celebró el acceso a un financiamiento por más de US$ 2000 millones que consiguieron YPF, Pluspetrol, Vista, Pan American Energy (PAE), Pampa, Chevron, Shell, Tecpetrol Gas y Petróleo (GyP), la empresa provincial de Neuquén, para construir el VMOS, la principal obra de infraestructura que tiene en carpeta Vaca Muerta. “Es una excelente noticia lo del Vaca Muerta Sur ya que despeja las incertidumbres que había y además va a significar valores de exportación cercanos a los US$ 20.000 al 2030. El fallo de Loretta Preska no afectó su financiamiento y tampoco debería afectar a YPF. Vaca Muerta va a desarrollarse de manera más rápida de lo que se viene desarrollando hasta ahora”, aseguró.
Díaz planteó que “el mercado en ningún caso ve que se vaya a hacer una transferencia de las acciones de YPF, sino que ve un negocio sólido. Prima más la solidez de los balances que la incertidumbre por el fallo de la jueza. Hay que hacer las cosas bien de manera sostenida y las inversiones van a venir”.

Juicio por YPF
Respecto al juicio sobre la petrolera bajo control estatal, Aranguren consideró: “Mientras que los dirigentes que nos llevaron a esta situación sigan manejando lo público vamos a cometer los mismos errores. La administración Kirchner se agravió del estatuto de YPF y no lo cambió aun cuando tuvo el control de la compañía. Sigue estando la cláusula 7 F2 que es la base de todo del problema (que se refiere a la estructura accionaria de la empresa)”.
“Es importante negociar antes de que haya una sentencia definitiva. Yo haría todo lo que tenga a mi alcance. No creo que sea de mal administrador público intentar todos los mecanismos”, aseveró Aranguren.
También se refirió a las posibilidades que tiene la Argentina de negociar y remarcó que “la Cámara de Estados Unidos da vuelta el 10% de los fallos de primera instancia. El que negocia debe tener en cuenta esto y la solidez de los argumentos que tiene. Yo utilizaría el argumento que hizo Burford que valorizó el juicio en un determinado valor para ver hasta dónde se puede negociar. Estoy convencido de que cuánto más podamos reducir el ruido va a haber más capital y a un menor costo para poder sostener la posibilidad de que en 2030 exportemos y tengamos un superávit del orden de los 30.000 millones de dólares».
Impacto
Aranguren exhibió que durante el periodo 2008-2011, durante el cual YPF tuvo como accionista a la familia Eskenazi, la producción de petróleo cayó el 21,3% y la de gas el 27,3%, a lo que se sumó que la ganancia neta de la compañía fue 4.903 millones de dólares, que se repartieron dividendos por US$ 6.933 millones y que la deuda de YPF pasó de US$ 994 millones a US$ 3746 millones. “Discutir el fallo de Preska nos está impidiendo ver este desastre. Y peor es que alguien diga que sin esto no se hubiese obtenido Vaca Muerta. La política de dividendos es claramente un vaciamiento”, enfatizó.

Mercado de gas
Bertero se refirió a los cortes de gas que se registraron la semana pasada los cuales evidenciaron la fragilidad del sistema, situación que llevó a que usuarios residenciales, industrias y estaciones de GNC no contaran con suministro.
El presidente del CEARE explicó que, en la Argentina, al ser el único país que no tiene gran capacidad de almacenamiento subterráneo, pero sí una fuerte estacionalidad, es normal que durante el periodo invernal se produzcan cortes a usuarios ininterrumpibles y que las centrales eléctricas deban utilizar combustibles líquidos para generar electricidad.
“Este es el funcionamiento normal que tiene el sistema. Lo que no es normal es cuando se les corta el suministro a usuarios con contratos en firme. Eso marca un estado de emergencia. Siempre tiene que quedar protegida la demanda residencial”, afirmó Bertero.
¿Cuál fue el aspecto diferente en esta crisis de abastecimiento?
El titular del CEARE indicó que lo que ocurrió fue que el corte de suministro a los usuarios en firme fue muy profundo y que incluso alcanzó a los usuarios residenciales. En ese sentido, puntualizó que las razones estuvieron ligadas a “un aumento fuerte de la demanda con récords históricos, sumado a la caída no prevista de la inyección de gas de Vaca Muerta. La reacción del sistema de cortar rápidamente no fue lo suficientemente ágil para impedir que la situación fuera dramática”.
“El lunes 30 de junio fue fuerte el problema del pico de demanda. Ahí hubo una caída de la inyección de gas de Vaca Muerta, pero las restricciones fueron relativamente chicas porque se seguían exportando seis millones de metros cúbicos de gas por día y los industriales estaban con 30 millones de m3. Había una cantidad de usuarios firmes a la que se le tendría que haber cortado el suministro. Esto hubiese evitado la profundidad de los cortes”, concluyó Bertero.