La balanza comercial energética arrojaría el año próximo un superávit de 2282 millones de dólares, según la proyección realizada por la consultora Economía & Energía. En 2020 el país ya había logrado un resultado positivo por la baja de precios en medio de la pandemia de coronavirus, pero en esta ocasión obedece a la transformación estructural que ha venido experimentando el sector de la mano del desarrollo de Vaca Muerta, la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y la finalización del gasoducto Mercedes-Cardales, entre otras obras.
En 2020 el superávit fue de 953 millones de dólares con exportaciones por 3593 millones, pero importaciones de apenas 2640 millones en medio del derrumbe productivo que supuso la pandemia. En 2021 las importaciones treparon a 5843 millones y pese a la mejora de las exportaciones se registró un déficit de 559 millones.
El año pasado fue el más difícil debido a la invasión rusa de Ucrania y las consecuencias geopolíticas que provocó. Las importaciones se dispararon hasta los 12.868 millones de dólares y el déficit se amplió hasta los 4353 millones. Economía & Energía prevé que este año el déficit se reducirá a 603 millones, fundamentalmente por la reducción de las importaciones, que caerán a 7642 millones, en gran parte por la baja de los precios.
Para 2024 la proyección marca un superávit de 2282 millones apuntalado fundamentalmente por una nueva reducción de las importaciones que caerían a 5563 millones.
Importaciones
Los supuestos de Economía & Energía que explican esa baja son los siguientes: en primer término, se consideró que la demanda de gas natural no usina permanecerá aproximadamente constante durante 2024, mientras que la demanda de gas natural por parte de las usinas se verá impulsada por un crecimiento de la demanda eléctrica del 2 por ciento interanual. A su vez, se espera estabilidad de la generación hidráulica y que las energías renovables alcancen una penetración del 16 por ciento promedio en la matriz de generación.
El volumen de gas natural importado se estimó considerando que la inyección de Bolivia se mantiene constante en 4 MMm3/d durante todo el año. En tanto, el requerimiento de GNL y gasoil para generación se calculó considerando que la capacidad de transporte de gas natural del Gasoducto Néstor Kirchner alcanza los 17 MMm3/d en enero de 2024 y 21 MMm3/d en mayo de 2024. Además, se consideró la finalización de las obras del gasoducto Mercedes-Cardales en enero de 2024 y del tramo La Carlota-Tío Pujio en julio de 2024. No obstante, el informe advierte que si se atrasan las fechas de finalización de las obras de ampliación de la capacidad de transporte se requerirá un volumen mayor de gasoil importado para generación eléctrica.
El volumen de importación de gasoil no usina y nafta se determinó considerando que la demanda de 2024 se mantiene constante respecto a 2023 y que la producción doméstica se eleva levemente el próximo año. Por último, se consideraron los precios promedios para el Brent y el GNL verificados en los futuros del 10 de octubre.
Exportaciones
En el caso de las exportaciones energéticas para 2024, el informe parte del supuesto de que se mantiene la tendencia de crecimiento de la producción de crudo de los primeros nueve meses de 2023 (+9% i.a) y que el procesamiento en las refinerías locales se mantiene en el nivel del período enero-agosto de 2023, lo que permite estimar un nivel de exportaciones de petróleo en torno a los 190 kbbl/d durante 2024.
Por último, los volúmenes de exportación de gas natural y de combustibles para el abastecimiento de aeronaves y buques se estimaron constantes a los niveles de 2023. Sin embargo, se consideró la disminución de los precios de exportación de ambos productos durante 2024.