La importación de combustibles demanda durante el invierno una cantidad significativa de dólares. Sin embargo, debido al impacto de la sequía el Banco Central no está en condiciones en la actualidad de afrontar esos desembolsos. Debido a ello, el pasado 29 de junio publicó una comunicación en la que habilita a todas las empresas controladas por el Estado a crear cuentas para poder pagar los combustibles con yuanes, aprovechando los fondos que entraron luego de la ampliación del swap con China.
La medida beneficia a Cammesa, la compañía que administra el Mercado Eléctrico Mayorista y que está a cargo de la importación de gasoil para las centrales termoeléctricas, y la estatal Enarsa que suele importar GNL. Además, la petrolera YPF, controlada por el Estado, también podría hacer valer este instrumento para importar gasoil durante los próximos cuatro meses, período en el cual deberá enfrentar una parada de su refinería de Ensenada. El resto de las refinadoras, al ser empresas privadas, quedaron fuera de este esquema.
La decisión se tomó luego de que Cammesa afrontara recientemente un insólito inconveniente al querer pagar un cargamento de gasoil transfiriéndole yuanes al Citibank para que esta entidad estadounidense realizara la conversión y le pagara el embarque a la estadounidense Chevron. Cammesa transfirió unos 250 millones de yuanes (equivalentes a unos US$ 35 millones) a una cuenta en Nueva York del banco norteamericano, pero la conversión aún no se pudo hacer y el cargamento continúa impago.
El nuevo mecanismo
Con la nueva normativa del Central, Cammesa, Enarsa e YPF podrán crear una cuenta en moneda extranjera en cualquier entidad financiera del exterior a la cual podrán transferir los yuanes que les libere el Central, una vez que les de acceso al mercado cambiario, y luego convertir esos yuanes para cancelar la importación de combustible que deba afrontar.
La operación tiene un costo adicional porque las entidades suelen cobrar por esa conversión, pero al menos permite destrabar la importación de combustibles. Por ejemplo, JP Morgan le cobró a Cammesa un interés de 1,8% para convertir a dólares los yuanes girados por la compañía argentina para pagarle un cargamento a PetroChina. Como el embarque tenía un costo de US$ 35 millones, el banco embolsó 630 mil dólares por realizar la conversión de yuanes a dólares.
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