BlackRock anunció que sumó en su directorio al presidente ejecutivo de la petrolera saudita Aramco, Amin Nasser. El fondo de inversión internacional más grande del mundo, que además es uno de los inversores extranjeros en YPF, reafirma a través de esta designación su estrategia de largo plazo en el Medio Oriente. También pone bajo la lupa la apuesta de BlackRock por las «inversiones sostenibles».
El directorio del fondo de inversión anunció este lunes la designación de Amin Hassan Ali Nasser como director independiente en la junta de la compañía. Al mismo tiempo anunció que otro miembro del directorio, Bader M. Alsaad, cumplirá el resto de su mandato este año y no se presentará a la reelección para la junta en 2024. BlackRock tiene 17 directores, de los cuales 15 son independientes.
Como presidente y director de Aramco, Nasser supervisó en 2019 la salida a bolsa (OPA) de la principal petrolera del mundo. También impulsó la decisión de Aramco de alcanzar las cero emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 1 y Alcance 2 en todos sus activos para el 2050.
El presidente y CEO de BlackRock, Laurence D. Fink, celebró el arribo de Nasser al directorio. «Su experiencia de liderazgo, comprensión de la industria energética mundial y de los impulsores del cambio hacia una economía baja en carbono, así como su conocimiento de la región de Medio Oriente, contribuirán significativamente al diálogo de la Junta de BlackRock. Estamos encantados de que la junta, los empleados y los accionistas de BlackRock se beneficien de su visión y consejo”, dijo Larry Fink.
También saludó al director saliente Bader M. Alsaad, un hombre kuwaití que oficia de Director General y Presidente de la Junta del Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social. «La sabiduría y la orientación que le ha brindado a la Junta a lo largo de su mandato han sido cruciales para nuestro crecimiento en la región del Golfo y en todo el mundo”, dijo Fink.
BlackRock tiene una participación de US$ 2400 millones en Aramco, según la agencia Bloomberg.
Inversiones sostenibles
La designación de Nasser llama la atención por el perfil que el fondo BlackRock cultivó en los últimos años con respecto a las inversiones sostenibles. La compañía ha sido una activa promotora de las estrategias ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés) y administra varios fondos de inversiones sostenibles.
Dicho perfil derivó en los últimos tiempos en distintos cruces dentro de EE.UU. con algunos estados gobernados por el Partido Republicano, que acusaron al fondo de inversión de discriminar al sector de hidrocarburos. En agosto de 2022, el contralor de Texas, Glenn Hegar, colocó a BlackRock en una lista de compañías financieras que “boicotean a las compañías de energía”. En diciembre, el director financiero del estado de la Florida, Jimmy Patronis, dijo que la tesorería comenzaría a desprenderse de activos administrados por BlackRock.
En su última carta anual a los inversores, Fink señaló que BlackRock “trabajaría con compañías de energía a nivel mundial que son esenciales para satisfacer las necesidades energéticas de las sociedades”, incluyendo a las compañías de combustibles fósiles, siempre que estén tomando medidas para mitigar sus emisiones. “Diferentes países e industrias se moverán a diferentes velocidades, y el petróleo y el gas desempeñarán un papel vital para satisfacer las demandas energéticas globales a lo largo de ese viaje”, escribió.
No obstante, también recordó las obligaciones en materia de divulgación de información ambiental. «Muchos de nuestros clientes también desean tener acceso a los datos para garantizar que importantes factores de riesgo en materia de sostenibilidad que podrían afectar el rendimiento de los activos a largo plazo se incorporen en sus decisiones de inversión. Es por eso que nos asociamos con otras empresas y brindamos información sobre cómo un clima cambiante y la transición pueden afectar las carteras a largo plazo», remarcó Fink.
Por las crecientes demandas de acceso a información sobre emisiones, algunas compañías han planteado que cotizar en bolsa ya no genera ventajas. Es el caso de la petrolera Continental Resources, cuyo presidente decidió deslistar a la empresa de la bolsa de Nueva York y transformarla en una compañía 100% privada. “Hemos determinado que hoy la oportunidad es con empresas privadas que tienen la libertad de operar y no están limitadas por los mercados públicos”, dijo el presidente de Continental.
Arabia Saudita
En efecto, la visión y el consejo del CEO de Aramco serán relevantes para la estrategia de BlackRock en la región del Medio Oriente. Arabia Saudita, el accionista controlante de Aramco, esta incrementando su influencia en la región y más allá. Tanto Estados Unidos como China lo consideran un socio estratégico en temas de seguridad y energía.
La disparada de los precios internacionales del crudo generó reclamos recurrentes de la administración del presidente Joe Biden al reino saudita para que la OPEP+ ayudara a estabilizar los precios. A pesar de estos cortocircuitos, Estados Unidos inició un proceso de nuevo acercamiento con Arabia Saudita, luego de varios años de fricciones. En esa agenda figura el interés de EE.UU. en lograr la normalización de las relaciones entre los sauditas e Israel. El asesor de Biden en Seguridad Energética, Amos Hochstein, viajó este mes a Israel a discutir este y otros temas.
Para China la relación con el reino también es prioritaria para avanzar sus intereses en la región. China ofició este año como bróker de un acuerdo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán. A los ojos sauditas, China es un socio importante en un mundo multipolar. “Nos gusta creer, y creo que está probado, que el reino es una parte importante de este mundo multipolar que ha surgido. Y vamos a desempeñar nuestro papel, no solo en el desarrollo de nuestra propia economía, sino también en el desarrollo de nuestra región y en la difusión de lo que tenemos en términos de oportunidades de desarrollo, también en África, Asia Central, el subcontinente indio”, dijo recientemente el ministro de Inversiones de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih.