Luego del ultimátum que fijó el Fondo Monetario Internacional, el gobierno acelerará la quita de subsidios de luz y gas al segmento Nivel 1, donde se concentran los hogares de mayores ingresos y todos aquellos que no se inscribieron en el registro para conservar el beneficio. Así lo aseguró la secretaria de Energía, Flavia Royón, en ronda con periodistas tras participar del evento Experiencia IDEA en Neuquén. Si bien la promesa es que se quitará todo el subsidio, fuentes oficiales señalaron a EconoJournal que podrían elevar el costo estacional de la energía a unos $ 15.000 por megawatt por hora (MWh). Si eso se confirma, el aumento de tarifas de Edesur y Edenor para este segmento de la población terminará superando el 300% en apenas un año.
Precios y costos
El precio estacional que pagan actualmente por la energía los usuarios de Nivel 1 es de unos $ 9300 por MWh, según la resolución 54/2023 de la Secretaría de Energía. Es apenas el 55% del costo monómico, que en marzo fue de $ 16.825 por MWh. Además, hay que tener en cuenta que, en su proyección anual, Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista (MEM), prevé que para agosto el costo de generar energía del sistema podría llegar a $ 24.335 MWh por la mayor quema de combustibles líquidos que se realiza durante el invierno.
Más allá de las promesas que el ministro de Economía, Sergio Massa, le realizó al FMI en su último viaje, en el gobierno descartan una quita total de subsidios en un año electoral, sobre todo si se toma en cuenta que a los usuarios Nivel 1 ya se les ha venido ajustando fuerte la tarifa desde que comenzó la segmentación. En un despacho oficial indicaron que los hogares nucleados en el segmento N1 representan un 33% del total de usuarios a nivel nacional.
El plan oficial es elevar el precio estacional de $9300 a unos $15.000 por MWh para junio. En ese caso, el aumento interanual acumulado en la factura para los usuarios de Edesur y Edenor oscilaría entre 311% y 338% de acuerdo a la categoría residencial.
Impacto en el bolsillo
Eso significaría que un usuario Residencial 1 (R1) que en junio del año pasado pagaba apenas $ 476 mensuales de factura pasará a pagar unos $2060 por el mismo consumo, un 333% más. En el caso de un R2 la factura pasaría de $ 1450 a $ 6350 en igual período y para un R3 treparía de $ 2350 a $ 10.240. En esas tres primeras categorías se concentra el 81% de los usuarios.
En términos absolutos, y tomando en cuenta los precios de los bienes y servicios que se observan en el resto de la economía, no son cifras irracionales, aunque en términos porcentuales la suba es significtiva.
Proyección del aumento de la factura final de Edenor y Edesur
En pesos, bajo el supuesto de que el precio estacional aumentará a $ 15.000 por MWh.
Además, hay que tomar en cuenta que esa quita de subsidios no se circunscribirá solo a los que usuarios de mayores recursos sino a todos aquellos que no se inscribieron en el registro oficial para conservar el subsidio.
Quienes van a pagar
Cuando el equipo del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó el decreto 332/22 de segmentación tarifaria en junio del año pasado, la gran novedad fue que todos los usuarios de gas y electricidad de ingresos medios y bajos deberían anotarse en un registro para conservar los subsidios. Los funcionarios aseguraron que los requisitos exigidos para inscribirse iban a dejar afuera del beneficio solo al 10 por ciento más rico de la población, pero el otro 90 por ciento debería anotarse sí o sí.
Sin embargo, la realidad terminó siendo muy diferente porque cientos de miles de usuarios que califican para recibir el beneficio por tener ingresos inferiores a 3,5 canastas básicas totales tipo 2 del Indec (669.298 pesos, según los valores de marzo) nunca se inscribieron.