La Secretaría de Energía, a cargo de Flavia Royón, autorizó una serie de aumentos que llegan hasta un 22% del precio regulado del bioetanol elaborado a base de caña y de maíz, que se mezclan de manera obligatoria con las naftas. El argumento que utilizó el gobierno para habilitar un nuevo aumento es que se produjo un “desfasaje” entre el precio de las naftas en los surtidores y el costo de elaboración de los biocombustibles. En los hechos, la inflación mensual de casi 7% empuja el valor de las materias primas y, en definitiva, genera más presión al precio de las naftas en los surtidores.
Precios
La Resolución 740/2022, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, permite una suba de 5% para todo el mes de octubre en el precio de adquisición del bioetanol de caña de azúcar, producido sobre todo en los ingenios tucumanos. De esta manera, el litro del etanol cañero entre el 1° y el 31 de octubre quedó fijado en $ 92,69. Pero la Secretaría de Energía habilitó un nuevo aumento de 22% a partir del 1° de noviembre al lleva el precio a $ 112,83.
En la misma resolución, el gobierno autorizó la suba retroactiva al 1° de octubre del 5% para el bioetanol maicero, que se produce en las provincias del centro del país (sobre todo Córdoba y Santa Fe). Así, el precio regulado del litro saltó de $ 107,41 a $ 112,83 (se igualó el precio del etanol maicero y cañero). Estos valores se mantendrán hasta que la cartera energética autorice una nueva suba. “El plazo de pago no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”, aclara la resolución.
Desde hace más de 15 años y por ley, los biocombustibles se mezclan con el gasoil y las naftas. En el caso del bioetanol en un 12% repartidos en 6% para el etanol cañero y 6% para el maicero. También se establecen cupos y precios para las plantas productoras.
Las razones de la Secretaría
La normativa de los biocombustibles establece la posibilidad de permitir aumentos en el precio del etanol de caña y maíz “en los casos en que excepcionalmente se verifiquen desfasajes sustanciales” entre la variación porcentual del valor de la nafta súper de YPF en la ciudad de Buenos Aires y “los costos de elaboración del biocombustible”. La Secretaría de Energía entiende que esa situación excepcional se está dando ahora y, por tal motivo, autorizó la suba del etanol.
Fuentes del sector de las productoras de biocombustibles señalaron a EconoJournal que “todo está aumentando. La inflación es de 100% y la moneda se devalúa mes a mes. Las enzimas, las levaduras y otros componentes están en dólares. La mano de obra sube siguiendo el índice mensual de variación de salarios del sector privado registrado, el maíz se mantiene alto y sube en pesos por el aumento propio de la materia prima y por la devaluación permanente”. “¿Si todo sube, por qué no aumentaría el bioetanol?”, se preguntó un productor consultado por este medio.