El intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, destacó en diálogo con EconoJournal el potencial que posee Chubut y el resto de la Patagonia en términos de desarrollo de renovables. “Tenemos un Vaca Muerta para las energías alternativas, que son las que está demandando el mundo”, aseguró.
No obstante, advirtió que para llevar adelante los distintos proyectos y aprovechar las condiciones climáticas que presenta el país surge “la necesidad de desarrollar un plan porque el potencial está». «Lo único que falta es la hoja de ruta”, agregó.
Luque manifestó además que “somos el lugar del mundo que tiene los mejores parques eólicos demostrados, pero hoy no tenemos un sistema interconectado en el lugar donde hay mayor generación de energía eólica, y eso es una prueba cabal de la falta de estrategia”.
En esa línea, adelantó que la Expo Industrial, Comercial y de Innovación Tecnológica que tendrá como sede Comodoro Rivadavia, persigue el objetivo de reunir a los principales actores del sector a fin de “impulsar un proyecto de Ley de hidrógeno que genere consensos, pero que además permita tener determinados beneficios con los que aún no contamos”.
Asimismo, remarcó la importancia de establecer reglas de juego claras para atraer inversiones. Y mostró que es necesario financiar “la transformación de maquinarias y generar un desarrollo para que exista una demanda que hoy no está”. “Creo que Argentina no tiene mucha opción porque el mundo la está necesitando”, puntualizó.
–En la Patagonia existe una oportunidad respecto al hidrógeno verde, al desarrollo eólico y la transición. Sin embargo, la Cuenca del Golfo San Jorge presenta una cadena de valor vinculada a los hidrocarburos. Frente a esto, ¿cómo imagina el futuro?
–Lo que imagino es seguir desarrollando el principal capital que tenemos nosotros que es la industria hidrocarburífera, pero sí veo una posibilidad concreta pensando en que el mundo hoy ya no esta hablando del desarrollo de las energías alternativas como un proyecto a futuro, sino que hay una realidad con plazos específicos. Entonces, en ese contexto, tenemos la posibilidad de empezar a migrar determinadas posibilidades de inversión- que en principio van a ser menores- siempre y cuando Argentina empiece a tener una política energética con cuestiones que tengan que ver con lo impositivo, como lo que anunció Massa en la Expo Argentina Oil & Gas Patagonia 2022 respecto a la posibilidad de importaciones, porque estos aspectos son fundamentales para la industria.
Hoy Argentina no tiene un plan y cuesta imaginarlo. Lo único que falta es la hoja de ruta porque tenemos un potencial demostrado que es fabuloso. Yo creo que tenemos un Vaca Muerta en cuanto a las energías alternativas, que son las que está demandando el mundo.
–¿Cuán madura ve a la política para efectivamente empezar a discutir esa hoja de ruta?
–Yo trato de impulsar a que tengamos la posibilidad de reunir a los actores principales para tener una Ley de Hidrógeno. La idea de la Expo Industrial, Comercial y de Innovación Tecnológica de Comodoro Rivadavia, que tendrá lugar en octubre, va a tener un objetivo principal -más allá de seguir demostrando el potencial que tiene nuestra industria en cuanto a la transición energética- que es la posibilidad de impulsar un proyecto de Ley que genere consensos, pero que además nos permita tener determinados beneficios con los que aún no contamos. Por ejemplo, Chile hace diez años está desarrollando un plan de hidrógeno. Nosotros tenemos todo, menos un plan.
–Existe un proyecto interesante en hidrógeno, está Hychico.
-Hychico es el mayor productor de hidrógeno verde de Latinoamérica, pero es un proyecto experimental. Genera 100 toneladas al año y con eso, en cuanto a cantidad, hoy no hacemos nada, pero es importante porque el mundo ya sabe lo que es y también que existen pocos proyectos de esta índole. Cuando hablan de Hychico se refieren a algo que ya existe y que ya se sabe cómo desarrollarlo. Lo que falta ahora son las inversiones.
Puerto de Rotterdam en vez de invertir en la Argentina, con la posibilidad de apostar un proyecto como el que tenemos, probablemente se vaya a Chile. Y esto ocurre porque todavía no generamos las reglas de juego.
–Cuando se piensa en el desarrollo de hidrógeno verde, de energías renovables se proyecta incluso en sumar cadena de valor petroquímica, con el amonio. Con este panorama, ¿cuáles son las ideas a futuro? ¿Imagina el 2032 en Comodoro Rivadavia, Santa Cruz un proyecto de hidrógeno en funcionamiento, con capacidad de exportar por alguno de los puertos que tiene la región?
-Sí, yo veo dos cosas. Una de ellas es la posibilidad de exportar siempre que se den todas las condiciones que mencioné. Pero también veo la probabilidad de tener un valor mucho más barato que el resto del mundo, ligado a la posibilidad de tener un consumo. Hablamos de casi el 50 por ciento del valor del hidrógeno, a lo que se le suma transformación en amoniaco más el flete, y en eso hoy se calcula un valor cercano a los ocho dólares puesto en algún puerto de Europa o Asia, cuando la producción local puede rondar los cuatro dólares aproximadamente. Esos son los valores que se manejan. Entonces calculando esas posibilidades, lo que falta es empezar a generar inversiones respecto a la transformación de la maquinaria como son: barcos, camiones, que tampoco lo tenemos. Hay que generar un desarrollo para que exista una demanda que hoy no está. Y todo eso conlleva un plan un poco más complejo.
–¿Cuánto cuesta que la política energética se discuta desde Buenos Aires siendo que no es una provincia que tenga producción de petróleo y de gas? ¿Ve en el ministro Sergio Massa una posibilidad de articulación más real para avanzar con esto?
-En la visita que realizó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, a Neuquén, él planteó muy bien esta situación cuando habló de federalismo y aludió al desarrollo de Chubut con Puerto Madryn y Futaleufú en la generación de toda la producción de energía para transformarla en aluminio. La provincia de Buenos Aires es el segundo productor de energías alternativas de la Argentina. Yo creo que el país tiene un desafío y es que todavía la política actual sigue pasando por esa provincia, por Capital Federal. Mi confianza está puesta en Sergio Massa y en ese conocimiento de poder entender esta cuestión del interior de la Argentina como motor de producción de energía, al norte y al sur. Es importante que la política empiece a entender eso.
¿Es posible trazar un puente entre lo que es el desarrollo del hidrógeno con lo que fue el del aluminio a principio de los años 70?
-Yo tengo optimismo de que podamos pasar esa prueba y lograrlo. Mucho va a tener que ver esa visión estratégica. Creo que Argentina no tiene mucha opción porque el mundo la está necesitando. Lo que falta es poner un poco más de inteligencia y que desarrollemos todo esto desde el interior. Eso nos da la posibilidad de pensar en un desarrollo como fue a finales de los 60 y principios de los 70 cuando se creó el puerto de Madryn, la presa hidroeléctrica de Futaleufú. Somos el lugar del mundo que tiene los mejores parques eólicos demostrados, pero hoy no tenemos un sistema interconectado en el lugar donde hay mayor generación de energía eólica, y eso es una prueba cabal de la falta de estrategia y un plan concreto.