Con la firma de la interventora del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), Soledad Manín, el gobierno autorizó una suba de hasta el 73% en las tarifas eléctricas que rigen para los grandes usuarios industriales que reciben la energía de las distribuidoras Edenor y Edesur, las dos más grandes del país. En la jerga se denomina a ese tipo de consumidores como GUDI’s. La decisión se confirmó este martes a partir de dos resoluciones publicadas en la Boletín Oficial. La decisión del ENRE surge en respuesta a una instrucción directa del secretario de Energía, Darío Martínez, con fecha del 27 de abril en representación del Ministerio de Economía.
Según explicaron fuentes privadas a EconoJournal, de los nuevos cuadros tarifarios publicados por el ENRE se desprende que las industrias que contratan un servicio en baja tensión (BT) deberán afrontar un alza del 58% a partir del 1 de mayo. Los de media tensión, un 67%, y los de alta, un 73 por ciento.
La normativa firmada por Manín, que sucedió al frente del ente regulador al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, se conoció este martes, apenas un día antes de la audiencia pública de mañana en la que se discutirá un aumento del precio estacional de la energía (PEST) para los hogares desde el mes que viene.
Con un informe técnico crítico, el subsecretario de Energía Eléctrica, principal referente del cristinismo en el área de energía, impugnó el aumento de las tarifas eléctricas para los usuarios residencial que impulsa el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Fuentes industriales advirtieron que el aumento no hará más que presionar sobre las expectativas inflacionarias. Pero allegados a Energía respondieron que en la mayoría de los rubros, el peso de la energía en la estructura de costos total de las industrias es relativamente menor. “En la mayoría de los casos, no supera el 5%”, explicaron.
Trato desigual
Ese trato desigual para hogares e industrias se empezó a instrumentar desde el año pasado. Mientras que los primeros recibieron un aumento de sólo el 9% las facturas de luz durante 2021, los segundos debieron costear un encarecimiento de las tarifas en algunos casos superior al 70 por ciento.
El gobierno interpretó que los GUDI’s deberían pagar por la energía lo mismo que las grandes industrias que compran la electricidad directamente en el mercado mayorista (MEM), dado que en muchos casos se trata de empresas con un tamaño similar. Es un racional comprensible que, sin embargo, entra en tensión cuando desde el cristinismo se oponen al cobro de tarifas más altas para los usuarios residenciales de mayores ingresos.
Con los nuevos cuadros, los GUDI’s pasarán a pagar un precio medio de la potencia de $ 13.675 por cada megawatt por hora (MWh) consumido. Es casi el triple que lo que paga un hogar promedio en Capital Federal y el Conurbano.
Un comentario
Nada nuevo bajo el sol.
El rebalanceo contra segmentos industriales es el segundo de los hechos comunes observados en la historia tarifaria argentina
Ver el paper
«Estructuras Tarifarias bajo stress» y un cuadro de un informe del Banco Mundial de fines de los 80 que ahí se cita, con un aumento de 33% para residenciales y 85% para industrias. En un contexto muy inflacionario !!!!!
https://revistas.unlp.edu.ar/Economica/article/view/5504