Wintershall Dea ratificó su compromiso de invertir en el proyecto Fénix en Tierra del Fuego. «Estamos totalmente comprometidos con esto para tomar esta decisión final de inversión», aseguró el CEO de la compañía alemana, Mario Mehren en una conferencia con periodistas para presentar el último resultado trimestral. En su discurso de apertura explicó también cuál es el futuro de Wintershall Dea en Rusia luego de la invasión a Ucrania. “Rusia, con su guerra de agresión, ha cruzado una línea roja”, dijo Mehren.
La reciente prórroga concedida hasta 2041 de la concesión offshore en la Cuenca Marina Austral, en Tierra del Fuego, fue celebrada por la compañía como un hito fundamental de cara a una decisión final sobre el proyecto Fénix. Consultado en la conferencia sobre la posibilidad de una decisión final de inversión en la segunda mitad de este año, el CEO de Wintershall afirmó que es posible.
“La respuesta simple es sí. La respuesta larga es que la licencia acaba de ser otorgada por el gobierno argentino, una prórroga de diez años hasta 2041 para la licencia CMA-1. La prolongación de la licencia es un pilar importante para continuar con buenos suministros de gas para Argentina y esto también allana el terreno para el proyecto Fénix. Así que sí, nosotros, como Wintershall Dea, estamos totalmente comprometidos con esto para tomar esta decisión final de inversión.
El proyecto Fénix podría sumar una producción máxima de unos 10 millones de m³ de gas al día. Wintershall produce actualmente en sus yacimientos en la Cuenca Marina Austral (CMA-1) alrededor de 18 millones de m³ al día.
Inversiones en Rusia
El futuro de Wintershall Dea en Rusia fue el tema central en la conferencia de prensa. Mehren explicó que la agresión contra Ucrania constituye “un punto de inflexión fundamental para Wintershall Dea”. La compañía alemana de gas y petróleo fortalecerá su cartera de inversiones fuera de Rusia y no invertirá en nuevos proyectos en el país, aunque mantendrá los proyectos existentes.
“Wintershall Dea está presente en Rusia desde hace más de 30 años. Pero incluso las asociaciones económicas de larga duración tienen límites, y Rusia, con su guerra de agresión, ha cruzado una línea roja”, explicó Mehren.
Días después de la guerra, Wintershall canceló su financión del gasoducto Nord Stream 2, suspendió todos los pagos a Rusia, y determinó que no invertirá en nuevos proyectos en Rusia, así como en nuevos proyectos con socios rusos fuera de Rusia. Mehren informó las consecuencias financieras de esas decisiones. “Hemos registrado un deterioro de 1.500 millones de euros en nuestros activos relacionados con Rusia. Esto lleva a un resultado neto de menos 1.000 millones de euros en el primer trimestre de este año”, dijo.
Describió los hechos como “el fin de una era” en la relación con Alemania. “Para Alemania y Rusia, esta guerra significa el fin de una era. Una era de larga e intensa cooperación económica. Nosotros, Wintershall Dea, creíamos en esta cooperación. Por eso, a veces fuimos criticados. Porque creíamos que podíamos seguir creando en base a nuestra experiencia pasada. Y que lo que había sido un excelente ejemplo de buena cooperación económica habría y podría continuar. Hoy sabemos que no es así. Ya no puede haber ‘business as usual’ con Rusia hoy”, dijo el CEO.
“Por ello, tras un intenso debate en el Directorio, hemos decidido mantener nuestra participación en los proyectos existentes en Rusia. En caso de una retirada, miles de millones de activos recaerían en el Estado ruso”, completó Mehren.
Fortalecimiento fuera de Rusia y transición energética
La compañía alemana también marcó cuáles son los dos pilares centrales de su futuro. “El crecimiento de nuestra cartera fuera de Rusia será un elemento crucial de nuestro futuro. El segundo es nuestra ambición de contribuir a la transición energética”, marcó Mehren.
Fortalecer la cartera fuera de Rusia significa para la compañía diversificar las fuentes de suministro energético europeas. Y mejorar aún más la resiliencia de su negocio. Wintershall Dea es la principal empresa independiente de gas y petróleo de Europa. Tenemos una responsabilidad: suministrar la energía que necesitan nuestra economía y nuestras sociedades”, explicó el CEO de la compañía alemana.
Entre las oportunidades mencionó el comienzo de producción para fines de este año en tres proyectos en Noruega, negociar oportunidades de crecimiento en Argelia y trabajar para mantener la producción estable en Alemania. “Seguiremos ofreciendo y buscando oportunidades en todo el mundo, en los países en los que ya estamos activos, y potencialmente en nuevos países”, afirmó.
En materia de transición energética, Mehren remarcó que la compañía apunta a evolucionar su negocio invirtiendo en soluciones de gestión del carbón y del hidrógeno. Vemos un enorme potencial de mercado para estas soluciones”, dijo.
“Reforzaremos nuestros esfuerzos en este campo, estableciendo una hoja de ruta clara para nuestro negocio de gestión del carbono e hidrógeno. Los políticos deben establecer un marco que sea tecnológicamente neutro y que pueda asegurar la inversión y la certeza para planificar”, pidió el CEO de la empresa.
Un objetivo con el negocio de gestión del carbono y del hidrógeno es que se pueda reducir hasta 20 o 30 millones de toneladas de CO2 al año, para 2040.