El secretario administrativo del Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Marcelo Rucci, aseguró en diálogo con EconoJournal que los gremios petroleros de todo el país pidieron autorización para negociar la adquisición vacunas para los trabajadores del sector, pero todavía no han obtenido respuesta por parte del gobierno. “Queremos comprar las vacunas, no queremos que nos den vacunas de las que llegan para la gente, para el país”, aseguró.
La primera solicitud se le realizó en enero al entonces ministro de Salud de la Nación, Gines González García, y desde entonces han venido insistiendo sobre el tema sin resultados. El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y algunos gobernadores fueron autorizados a negociar la compra de vacunas y no hay logrado conseguir. Los gremios petroleros son conscientes de estas dificultades, pero igual quieren que los autoricen para poder hacer su intento.
Si sigue sin haber una respuesta oficial, incluso amenazan con dejar de concurrir a los yacimientos. “Veo un escenario de conflictividad porque es muy difícil para nosotros ver cómo muere la gente en el campo por cumplir un servicio declarado por el mismo Estado como esencial y estratégico”, afirmó Rucci.
–¿Desde el sindicato quieren iniciar gestiones comerciales para adquirir vacunas de forma particular?
-Exacto. Queremos comprar nuestras vacunas, no queremos que nos den las vacunas que llegan para la gente, para el país. Estamos pidiendo que nos permitan comprar la vacuna para inmunizar a nuestra gente a partir de un gasto propio del sindicato. Es una forma de ayudar a los trabajadores petroleros y al Estado, pero no recibimos respuesta. Se envió una nota de todos los secretarios generales del país al ex ministro de Salud, Ginés González García, solicitando esto y nunca recibimos respuesta.
-Entonces, ¿hay una articulación sobre este tema con los gremios petroleros de otras cuencas?
-Sí. Firmaron los secretarios generales de todos los sindicatos petroleros del país.
–En caso de que el gobierno nacional de luz verde para que ustedes se encarguen de comprar las vacunas para sus afiliados, ¿existe el temor de no poder adquirir las dosis teniendo en cuenta que algunos gobernadores solicitaron compras y cuando salieron al mundo quedaron en la fila?
-El tema es el tiempo que se perdió. Si cuando enviamos la nota nos hubieran dicho que podíamos conseguir las dosis en tres o cuatro meses, a esta altura ya tendríamos a todos vacunados. Perdimos un año. Es un proceso largo y hay que ir ganando tiempo. Si no tenemos la aprobación no podemos negociar nada porque después no vamos a poder ingresar las vacunas. Hemos propuesto donar al sistema de salud la misma cantidad de vacunas que compráramos para los trabajadores petroleros. Es decir que ayudaríamos con 25 mil vacunas, o 50 mil, incluyendo ambas dosis.
–¿Generaron un canal de vinculación con algún laboratorio?
-Sí, lo estamos haciendo con las empresas productoras. Hay un interés de parte de las operadoras porque nos estamos quedando sin gente en el campo. Hay muchísimos contagios. Murieron tres compañeros petroleros en Rincón de los Sauces. Está todo muy colapsado. Hacemos todo lo posible para armar diagramas, burbujas y que la gente esté contenida, pero en algún momento la gente va a la casa, luego vuelve a trabajar y manifiesta síntomas a los dos o tres días y ya contagió al resto. Pasó que varios compañeros que estaban en una burbuja se contagiaron y estuvieron muy mal. Hay un chico de 24 años que está muy grave. Esta cepa está atacando mucho a la gente joven y a esto hay que sumar el agravante de la falta de camas de terapia.
–No están solicitando prioridad en el Plan de Vacunación Nacional como los gremios navieros que argumentaron que, una vez embarcado el personal, demoran más de 15 días en volver a tierra firme para ser atendidos en caso de estar enfermos. Ustedes piden que se garantice que si el gremio consigue vacunas en algún laboratorio las van a poder importar y el gobierno va a liberar esas dosis…
-Claro. Estamos dispuestos a colaborar con el sistema de salud en la misma cantidad de dosis que podamos traer para nuestros trabajadores.
–¿Lo hablaron con el gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez?
-Lo hablamos con todos. Se han enviado notas oficiales con la iniciativa de todos los sindicatos del país porque tanto personal de base como jerárquicos estamos pidiendo lo mismo.
–¿Hay expectativas de que pueda llevarse adelante?
-Desde el sentido común esto tendría que destrabarse ayer. Nosotros no estamos pidiendo que nos inmunicen con las vacunas que compra el Estado. Queremos colaborar. Si sumamos 50 mil vacunas entre todos los petroleros del país y el doble con la segunda dosis, dejamos 100 mil vacunas para que pueda ponerse otro y no se la sacamos al Estado. Si nos liberan y después nos cuesta conseguirla es problema nuestro, pero hoy no podemos avanzar en la gestión con ningún laboratorio si no tenemos la aprobación del Estado.
–Si continúa el vacío en materia de respuesta por parte del gobierno nacional, ¿ves un escenario de conflictividad por delante?
-Veo un escenario de conflictividad porque es muy difícil para nosotros ver cómo muere la gente en el campo por cumplir un servicio declarado por el mismo Estado como esencial y estratégico, porque a través de la energía que producen los hidrocarburos se esta moviendo el país. Tiene que haber una respuesta.
–¿Hay una fecha límite para avanzar en algún tipo de medida de fuerza?
-Nuestro secretario general Guillermo Pereyra ya anunció que si no hay respuesta del gobierno los trabajadores petroleros van a hacer la cuarentena en la casa. No los vamos a exponer más. Nuestro secretario está conversando con las autoridades y estamos a la espera de lo que nos puedan decir.
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Un pedido solidario y razonable. Merece apoyo y divulgación. Lo mismo merecía el de los marítimos que fue torpedeado por este journal a partir de la ignorancia del cronista que no tiene idea de las pampas patagónicas ni del mar austral argentino
Bicho de escritorio
Creo que tiene razón el gremio de petroleros, si tienen dinero para ello deberían haber autorizado la compra porque además de proteger la salud de los trabajadores del gremio, asegura el trabajo y el funcionamiento de la economía de esta industria. Por otro lado significa un ahorro al tesoro nacional que puede disponer ese dinero para vacunas para otros argentinos que también padecen la misma situación. Eso sería ser solidarios