La Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica (ADEERA) aseguró que la recomposición tarifaria dispuesta para unas 6000 industrias, PyMEs y comercios de todo el país no le reportará ningún beneficio a las distribuidoras.
A través de un comunicado, la entidad aclaró que el amento establecido por la Resolución 131/21 es únicamente para pagar el costo de producir y transportar la energía y que la “normativa no tiene ninguna incidencia en el negocio de la distribución de energía ya que la parte de la tarifa que corresponde al Distribuidor, denominado Valor Agregado de Distribución o VAD, no se modifica”. A su vez, la entidad recordó que “en la mayoría de las jurisdicciones del país el VAD se encuentra congelado desde hace al menos 2 años”.
De este modo, la entidad busca dejar en claro que la decisión tomada por la Secretaría de Energía no le reporta un beneficio a las distribuidoras, por más que los grandes usuarios de electricidad reciban a partir de marzo un aumento de hasta un 70% en sus tarifas de luz.
El impacto en las empresas
A su vez, ADEERA destacó que el incremento no generaría una alteración significativa en la estructura de costos de las empresas. “En 2018 el gasto medio en energía eléctrica sobre la facturación bruta de las principales 500 grandes empresas del país representa 1,5% para los usuarios de mayor demanda y 0,9% para los usuarios GUDI, que son los principales afectados por esta Resolución. Estos porcentajes en 2021 son menores porque la tarifa estuvo congelada desde 2019 y la inflación fue del orden del 40% anual.
Además, en la comparación regional en América latina, las tarifas eléctricas del segmento comercial e industrial de Argentina son entre un 22% y un 25% más bajas que el promedio”, indicó en el comunicado.
La inclusión de estos datos dentro del comunicado genera dos tipos de lecturas. Por un lado, puede verse como un guiño al Gobierno en relación de que al tratarse de un gasto marginal, el aumento tarifario no tendría que afectar el precio final del producto. Pero como justamente la Resolución 131/21 no modifica la situación de las distribuidoras, al hacer referencia al costo marginal que representa el aumento tarifario, la segunda lectura posible es que ADEERA está sugiriendo que estos grandes usuarios están en condiciones de asumir un nuevo incremento que ésta vez sí alcance a las distribuidoras.
Sobre el final, la entidad recuerda que la producción y distribución de electricidad tiene un costo y no “es gratis o económico como algunos consideran. Se requieren inversiones constantes para garantizar las condiciones de calidad requerida por los usuarios, como así también para sostener la operación. Y este costo se paga ya sea a través de la tarifa o a través de subsidios, que se financian vía impuestos que pagan los ciudadanos, deuda que contrae el Estado o emisión monetaria”.