La Federación de Cámaras del Sector Energético de la Provincia de Neuquén (Facene) cuestionó recientemente a la firma AESA, controlada por YPF, porque “afecta negativamente el entramado de empresas regionales”. Sin embargo, la participación de las compañías locales en la cadena de valor petrolera es un problema que excede a AESA y atraviesa todas las cuencas, evidenciándose fundamentalmente en las actividades de perforación, pulling, workover y completación de pozos.
Las empresas locales tienen una participación significativa en todo lo que se conoce como “operación y mantenimiento”, ya que muchas pymes proveen servicios de asistencia en los yacimientos aportando recorredores, medidores y mecánicos, entre otros oficios.
En las actividades que involucran equipos torre, como perforación, pulling y workover, la incidencia de las compañías de la región es menor, ya que se requiere mucho capital para adquirir esos equipos y espaldas financieras anchas cuando hay que reparar una de esas máquinas.
Donde las firmas de la región podrían tener mayor incidencia es en las actividades de completación de pozos, como fractura, wireline y coiled tubing, pero su participación es bajísima.
El Golfo de San Jorge
En la cuenca del Golfo de San Jorge, por ejemplo, cerca del 60% de las empresas que operan en estos tres grandes rubros son regionales, pero la inmensa mayoría se concentran en operación y mantenimiento. En este último rubro operan 240 firmas y el 70% son firmas de la región, mientras que en las actividades de perforación la participación de las compañías locales cae en torno al 40%. Por último, en operaciones especiales como fractura, wireline y colled tubing las empresas locales no llegan al 20% del total.
En lo que respecta al empleo, las firmas locales de servicios concentran el 40% del total de los trabajadores empleados, mientras que el 50% son empleados por compañías de Buenos Aires.
Las empresas de servicios petroleros se estima además que le facturan a las operadoras de la cuenca de San Jorge unos 220 millones de dólares y de esa torta las firmas radicadas en la zona embolsan solo el 30%, las compañías radicadas en Buenos Aires se quedan con el 65% y el 5% restante se distribuye entre compañías de otros lugares.
En síntesis, la participación de las empresas regionales baja del 60% en cantidad de empresas, al 40% en cantidad de empleados y al 30% en ingresos.