El flamante presidente de Bolivia, Luis Arce, deberá encontrar soluciones a la producción de hidrocarburos de su país, que atraviesa la peor situación desde que se llevó a cabo la nacionalización de los yacimientos, en 2006. Así lo revela un informe realizado por el Ministerio de Hidrocarburos.
“No hay reposición de reservas, la producción de los campos está en descenso constante, hay una baja carga de crudo en refinerías, alta capacidad ociosa en las plantas y una ubicación lejana de los mercados actuales de consumo,”, señala la Agenda de Reactivación Hidrocarburífera, que fue realizada por el Ministerio de Hidrocarburos e instituciones del sector.
El nivel de producción de gas natural registró un descenso desde 2014, cuando hubo un pico de 63,09 millones de metros cúbicos día (MMmcd) hasta llegar a 45,2 MMmcd en 2019.
Por ejemplo, en la planta GNL se observa que la capacidad utilizada es muy baja porque llega al 10%, es decir que desde que iniciaron sus operaciones, en julio de 2016, hasta diciembre de 2019, sólo se han producido un total de 20.369 toneladas métricas, cuando tiene una producción nominal por año de 75.600 toneladas.
En el caso de las operaciones de la planta de amoniaco y úrea, iniciadas en octubre de 2017, tuvo una producción acumulada de 642.653 toneladas métricas hasta 2019. Hoy está paralizada, pero tiene una capacidad de producción de 1.200 toneladas día de amoniaco y 2.100 toneladas por día de úrea. Se la construyó con una inversión de casi 960 millones de dólares.
También la agenda identifica que el régimen fiscal y contractual para las empresas inversoras no es atractivo. Se tienen plazos y procedimientos burocráticos para las actividades, falta de incentivos a la producción, altos costos operativos y baja rentabilidad de los campos.
Otra de las deficiencias señaladas es que la actividad de la exploración es a cuenta y riesgo de la empresa; la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el ente regulador, no tiene las competencias definidas para regular y fiscalizar la cadena del sector.
“En conclusión, se puede afirmar que no ha existido suficiente actividad exploratoria en el país, que garantice la reposición de reservas, debido a que las reservas probadas de gas natural e hidrocarburos líquidos no han aumentado, lo que ha originado la paralización de proyectos”, según la agenda.