Desde febrero, Petro Río SA es la representante en la Argentina de Viper Drill, una compañía de servicios estadounidense que desarrolló un innovador sistema de perforación direccional en nuevos pozos, además de permitir la recuperación de producción de pozos maduros o abandonados. A través de un mejor drenaje, esta técnica puede aumentar entre 50% y 200% la producción de un pozo en una recuperación secundaria o terciaria y a un costo que representa el 20% de la inversión que requiere un pozo nuevo.
Haydn Nino, ingeniero de Petróleo de Viper Drill, detalló a EconoJournal los rendimientos de producción que se pueden alcanzar a partir de la perforación direccional. “Si el yacimiento tiene presión o tiene presión asistida con inyección de agua o de vapor, el método puede aumentar mucho la producción de los pozos. En los trabajos que hemos hecho hasta ahora, la producción aumentó como mínimo un 30% y hay casos en los que llegó a superar hasta cuatro veces su producción diaria. Lo más importante es mirar el acumulado del pozo. Si un pozo iba a producir en su vida 50.000 metros cúbicos, puede ser que aumente entre un 30% y un 50% esa capacidad total”, afirma.
Desde 2017, Viper Drill viene desarrollando la perforación direccional en Estados Unidos con excelentes resultados. Las primeras experiencias fueron en pozos del Estado de Luisiana y a partir de ahí la compañía comenzó a bridar su servicio en West Texas, Wyoming y California.
En Argentina, Petro Rio tiene avanzada las gestiones con YPF, donde ya han conseguido la habilitación para el proceso de licitaciones y de nuevos proyectos. Fuera de Estados Unidos, Argentina es el segundo país con el que Viper Drill cerró un convenio de representación. El otro es Surinam pero como consecuencia de la pandemia de la covid-19, allí todavía no han podido iniciarse las operaciones.
Pozos abandonados o maduros
Tanto en la cuenca del Golfo San Jorge como en del norte de Neuquén existen cientos de pozos abandonados o con muy escasos niveles de producción. Eduardo Izquierdo es uno de los directivos de Petro Rio y asegura que a partir de este método innovador se puede recuperar notablemente la producción de esos pozos. “La perforación direccional no solamente sirve para aumentar el área de drenaje en una producción petrolera sino que también para una recuperación secundaria y una terciaria. Cuando se produce una recuperación secundaria y va hacia la terciaria, hay problemas de canalización dentro de la formación. El agua tiende a ir siempre por el mismo lugar y los barridos empiezan a ser cada vez menores de petróleo. En cambio, con el Vider Drill se hacen los pozos de forma horizontal con respecto al vertical. Por lo tanto, no solamente que aumentan las áreas de inyección sino que también le cambian la forma donde se había canalizado. Por consiguiente, se comienza a tener nuevas área de drenaje”, asegura.
Ventajas frente al fracking
Carlos Veronesi es otro de los directivos de Petro Río y destaca las ventajas que la perforación direccional tiene por ejemplo con respecto al fracking. “La diferencia de tecnología es que en un frakcing se genera un fluido que produce una ruptura en forma de cuña y para que no se vuelva a cerrar esa formación, artificialmente se le inyecta arena. Eso no garantiza que la cuña se mantenga en forma permanente. Tan es así que en muchos pozos la producción de los primeros tres o cuatro meses es amplia y luego va declinando en forma abrupta. En cambio, con este sistema no se hace una cuña en forma artificial sino que lo que se hace es mejorar la conectividad poral desde el momento en que se está aumentando el área de drenaje. Es decir que se está haciendo un pozo dentro del mismo pozo pero en forma horizontal de la formación. De este modo, uno entra directamente y sabe dónde está llegando. Eso es una garantía del sistema”, afirma.
En un contexto de crisis global a partir de los efectos de la pandemia, Carlos Veronesi no tiene dudas que esta técnica de perforación resulta mucho más atractiva ya que requiere una inversión mucho menor que la de desarrollar un pozo nuevo no convencional y garantiza buenos niveles de producción. “A los treinta días de iniciada la operación, el cliente puede darse cuenta de la diferencia de producción con este tipo de perforación. Es decir, no tiene nada que ver tener un punzado de 5 mm y 2 pies de profundidad en forma de fisura, que con un lateral de 33 mm (tipo túnel) uniforme y una profundidad de 10 mts, ampliando totalmente el aérea de drenado. Si la presión, porosidad y la permeabilidad están alineadas, la producción tiene que crecer inexorablemente. Y los financieros de la operadora lo van a ver en su caja. En gastar más de un millón de dólares en nuevas prospecciones y orientarse a la tecnología de Viper con una inversión de 20% aproximadamente en este método de perforación dirigida, hay una diferencia más que importante”, concluyó Veronesi.