La expansión global de la pandemia del COVID-19 y el consecuente derrumbe de la actividad económica sigue haciendo estragos en la industria de los hidrocarburos. Ayer, la empresa estatal mexicana Pemex informó que en el primer trimestre de 2020 sufrió una pérdida neta de u$s 23.620 millones, lo que equivale a todo su presupuesto para el corriente año.
En el reporte financiero que envió a la Bolsa Mexicana de Valores, la compañía consignó que la razón principal de esta monumental pérdida está vinculada con la devaluación del peso mexicano, que desde diciembre del año pasado se depreció un 27,4% con respecto al dólar. En este ítem, las pérdidas de la compañía ascienden a casi u$s 20.000 millones.
Ayer en conferencia telefónica, Alberto Velázquez, director de Finanzas de Pemex, indicó que también incidieron en los números negativos la caída del precio de la mezcla mexicana de exportación, los menores precios de referencia de los combustibles y la caída de las ventas como consecuencia del aislamiento causado por la pandemia del coronavirus.
Según el sitio financiero Expansión, también hubo razones que tienen que ver con el funcionamiento interno de la compañía, como la caída en sus ingresos, pérdidas en la refinación, aumento de la deuda financiera y también de los costos.
Balance en rojo
En el primer trimestre del año, las ventas totales de Pemex cayeron un 20,3% en comparación con el mismo período del 2019. En lo que tiene que ver con las exportaciones, la caída fue del 19,4%. Esto se debió a dos factores: por un lado, el crudo que se exporta tuvo una baja del 4,6%, en tanto que el precio promedio de la mezcla mexicana que se exporta pasó de u$s 56,6 a u$s 41,02, lo que representa una caída del 27,5%. Las ventas en el mercado interno mexicano también sufrieron un duro golpe al caer en un 20,7%, como consecuencia de las medidas de aislamiento dispuestos por el gobierno de Andrés López Sobrador.
En lo que tiene que ver con la refinación, la petrolera también sufrió graves caídas. La producción cayó 3%, con un promedio de 559.000 barriles diarios. Esto generó que aumentara en el primer trimestre del año su margen de rentabilidad negativo, que alcanzó los u$s 12,5 por barril, contra los u$s 2,64 registrados el año pasado.
Pemex es la petrolera más endeudada en el mundo y la devaluación del peso mexicano no ha hecho más que agigantar ese pasivo. Durante el primer trimestre del año se incrementó en un 24,2%, lo que lleva a que la deuda total de la compañía supere los u$s 105.000 millones de dólares.